En un intersección urbana de Surquillo se preparan categóricos cebiches que, lejos de los refinamientos gourmet, hacen recordar al paladar el sabor del barrio y la esquina. , Luis Pérez / Revista Rumbos En estos tiempos de comidas moleculares, refinamientos culinarios y platos con más decoraciones que contenidos, es ya casi un desafío ir contra la corriente de los restaurantes exclusivos o con aspiraciones de cinco tenedores que proliferan en la metrópoli capitalina; pero, a veces es bueno romper las reglas para vivir una gran aventura gastronómica. Sí, esa que tiene el sabor perfecto: el sabor a calle. PUEDES VER: La sazón del primer día de Huacho, mucho gusto | FOTOS El chef Jorge Torres muestra su cebiche especial con conchas negras. Foto: Luis Pérez Esa es la idea y la propuesta del chef Jorge Torres, quien también ignora a aquellos que creen que el cebiche solo cae bien en verano, jamás en invierno. “Total, hay que engreír al estómago, no al clima”, explica o se defiende el emprendedor que junto a su esposa, Luz Gerónimo, y su suegra, Elizabeth Ramírez, iniciaron hace ocho años un bien sazonado sueño marino en una esquina de Surquillo (Lima). La frescura de los ingredientes es uno de los secretitos de este huarique callejero. Foto: Luis Pérez No tiene un nombre específico, pero su carretilla convertida en cebichería al paso, ha sido bautizada por sus más fieles seguidores como La esquina de Allende, debido a su ubicación en el entramado urbano del distrito limeño. Allí, Torres recibe todos los días a innumerables comensales, a veces son tantos, que los últimos en llegar deben esperar varios minutos. “Nuestros cebiches tienen un gusto especial. Todo es fresquito. Además, tratamos de ser muy rápidos para que la gente salga con una sonrisa de oreja a oreja”, revela la 'carnada del anzuelo' con el que 'pesca' a sus clientes que, como si se tratara de un templo, acuden religiosamente a recibir el cuerpo y el alma de los sabores del mar. Los chicharrones de pota 'juegan' en pared con el plato de bandera. Foto: Luis Pérez Mixtura marina Tres variedades de pescado: espada, camotito (o también llamado carajito) y reineta, un caldito concentrado (chilcanito, rocoto, ají amarillo y leche), pota, zumo de limón y cebolla en corte pluma, son los ingredientes que se mezclan en un tazón. Así se van fusionando los sabores. Ese es el origen del reverenciado cebiche que es escoltado por los chicharrones de pota, el choclo, la chancha serrana, el mote, el camote y el yuyo marino. Y, por si fuera poco, para darle el gusto afrodisíaco ingresan unas jugosas conchas negras. Listo. Todo en su punto. El paladar estalla en su gloria. El cebiche especial de La esquina de Allende está como los Dioses. Los ingredientes reciben un baño con el zumo de limón. Foto: Luis Pérez En Rumbo Dónde: Intersección de la avenida Tomás Marsano con la calle Allende (cuadras 8 y 1, respectivamente). Atención: Lunes a domingos de 10:00 a-m. a 15:00 p.m. Costos: De 5 a 12 soles.