Después de una larga travesía, los viajeros que recorren los caminos de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas (Lima y Junín) recuperan fuerzas con un contundente caldo de cordero. Buen provecho. ,Luis Pérez / Revista Rumbos Buenísimo. Así es que apu Pariacaca con el debido respeto que te mereces, esto está como para los Dioses. Los viajeros seremos unos plebeyos, pero, a veces, también nos engríen, como está ocurriendo ahora con este poderoso concentrado de verduras nativas y algo más que, definitivamente, tiene lo suyo. Claro, más aún si sabemos que el zapallo, la zanahoria y el apio son cultivados aquí. Cero presencia de fertilizantes. Todo es natural. PUEDES LEER: Perú Travel Mart reunirá a más de 200 agentes de viajes nacionales y extranjeros Aun así, el caldo necesita de la presencia del cordero que, a diferencia del otro cordero, el de Dios, no quita el pecado del mundo. Su misión es otra: quitar el hambre de los andariegos agotados. “Es el ingrediente principal del caldo. Le da un gustito especial. Aquí nos dedicamos exclusivamente a la ganadería; entonces, aprovechamos su carme para preparar este plato”, se ufanan Gloria Reyes y Nancy Cangalaya, quienes le dan la bienvenida a los visitantes con un plato irresistiblemente humeante. Dupla de la buena sazón en Tanta. Foto: Luis Pérez Ellas son las apasionadas cocineras de Tanta (Yauyos, Lima), uno de los pintorescos pueblos de la Reserva Paisajística Nor Yauyos Cochas, donde el caldo de cordero ostenta la condición de plato típico. Este se prepara todo el año, pero abunda en las fiestas patronales de San Antonio o de Santa Rosa de Lima. “Es un plato para compartir y apaciguar el frio a más de 4 278 m.s.n.m.”, sostienen Gloria y Nancy, mientras escuchan a los viajeros pedir un poquito más caldito.