La lucha tenaz entre un periodista y un contundente plato de tacu tacu, es relatada en esta crónica. Buen provecho con el plato de bandera de Barranca.,Luis Pérez / Revista Rumbos Puede ser criollo, de mariscos o, mejor aún, una mezcla de ambos. Dos portentos gastronómicos en un solo plato. Está bien, es un matrimonio perfecto y único. Una fusión argumentada en la tradición culinaria de Barranca (Lima), que engríe a los suyos y a los que vienen de afuera. PUEDES VER: Junín: saboree las truchas de la piscigranja de Satipo Arroz cocido, fréjol canario y un poquitito de aceite de oliva crean esta mixtura de sabores. Foto: Ángel Chávez En fin. Basta de tanto verso. Lo importante es que aquí se va a comer como músico. Y no hay que ser brujo ni chamán para predecir que un solo platillo dejará satisfecho a más de uno, porque basta con ver el suculento potaje, para que el estómago se intimide un poco y ya se sienta lleno. “No hay que tenerle miedo. Es un potaje típico y ligerito de nuestra querida provincia”, recomiendan los conocedores. “Si estás aquí no es solo por las playas sino, también, por este humilde potaje”, dicen en tono retador. Pero, antes de empezar, hablemos un poquito más del tacu tacu con Manuel Llave, el legendario Don Tato, quien cuenta que el plato de bandera de Barranca “se originó en las haciendas azucareras, cuando las negras esclavizadas se involucraron en la cocina. Después iría evolucionando”. Don Tato es el amo y señor del tacu tacu de Barranca. Foto: Ángel Chávez ¡Benditas manos morenas! Imagino cómo el arroz cocido, el frejol canario y un poquitito de aceite de oliva –para ablandar la masa–, se mezclaban y revoloteaban en los peroles, con la ayuda de un cucharón de plata. Luego, la masa era llevada a las sartenes, donde tomaría la forma tradicional que todos conocemos. Bueno, ahora sí, ese tacu tacu no se va a comer solo. Estoy animado. Tengo un reto que cumplir y lo cumpliré hasta comerme el último granito de arroz y frejol. Falso. Mil respetos tacu tacu. Ya no puedo más. Me doy por vencido. Ese glorioso y contundente potaje me ha vencido. Es demasiado para este humilde periodista que creía tener un buen diente. Me equivoqué. Perdí la batalla. El dato En el manuscrito de Luis Teruel (1617) sobre el mito del Dios Vichama se dice que “de sus dientes nació el maíz, de sus huesos los camotes y de su carne los pepinos y las frutas”, por esa razón es el ícono de la gastronomía de Barranca. En homenaje al tacu tacu, el sábado 19 y domingo 20 se realizó en la playa Puerto Chico, el Festival Me sabe a Barranca, organizado por la Asociación de Restaurantes, Hoteles y Afines (Ahora – Barranca), con el apoyo del Gobierno Regional de Lima, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur), y la Comisión para la Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo (Promperú).