Deje de pensar, creer y asegurar que Piura es solo playas, bosque seco y artesanía. Anímese a explorar el centro de la ciudad para descubrir su pasado prehispánico y colonial. Buen viaje. , Luis Pérez / Revista Rumbos Tempranito... ese es el momento preciso para 'jironear' por el centro de Piura, una experiencia que permite una mirada que va más allá de las playas, los bosques secos y la artesanía, para revelarnos el pasado histórico, arquitectónico y cultural de la capital regional. PUEDES VER: Piura: adrenalina y naturaleza en el eco fundo La Caprichosa Pero antes de empezar no es mala idea salir en busca de una picantería. Desayuno de padre y señor mío: chicharrones, tamalitos, panes, jugo o café y el infaltable chifle. Lo justo. La sonrisa de satisfacción es más elocuente que el mil veces repetido provecho. De vuelta a la calles, todavía tibias y sin tanta cogestión peatonal ni vehicular. Salir, orientarse, caminar, detenerse en la Plaza de Armas de la ciudad fundada por Francisco Pizarro un 15 de agosto de 1532, con el nombre de San Miguel de Piura. Este espacio urbano de corte español tiene en el centro a la Pola, un monumento en homenaje a la libertad que fuera colocado en 1870, durante la presidencia de José Balta y Montero. La estatua es llamada así por el parecido a una imagen de madera de la heroína colombiana Policarpa Salvatierra, no Policarpo, como aparece erróneamente en varios documentos y folletos turísticos. Una corrección necesaria que enrumba la historia por el camino correcto, tan correcto como los pasos que ahora nos llevan a la Basílica Catedral. Construida en la época colonial, esa atesora un altar mayor revestido de pan de oro y cuadros del prestigioso pintor nacional Ignacio Merino. Una pausa para unas fotografías con la fachada del templo o con el fondo de la plaza principal. Listo. A escasas cuadras se encuentra la Casa Museo Almirante Miguel Grau, en la que fuera la vivienda de su abuelo Fernando Seminario y Jaime donde el héroe de la marina pasó gran parte de su infancia. Hoy es una joya nacional que custodia una colección de reliquias históricas. Otro espacio que guarda la memoria material del pasado piurano es el Museo Arqueológico Municipal. En sus modernas salas se exhiben 2 700 piezas, entre cerámicos, textiles y metales de la cultura vicús, que te hacen viajar al pasado sin necesidad de una máquina del tiempo. Pero lo que más resalta es la estatuilla de la Venus de Frías, la representación en oro puro de una mujer desnuda de ojos enormes y con argollas que prenden de ambas orejas. La obra que pesa 60 gramos y mide 153 milímetros de alto, es considerada como Patrimonio Prehispánico Cultural del departamento de Piura. Eso y mucho más se puede encontrar en el centro de Piura, el corazón de una ciudad que se debe explorar antes de veranear en sus playas, andar en sus bosques secos y admirar el trabajo de sus artesanos. Pero eso sí, hágalo tempranito nomás, antes de que el sol norteño haga de las suyas. En Rumbo Dónde: Casa Museo Almirante Miguel Grau, calle Tacna 662 / Museo Arqueológico Municipal Vicús, esquina avenida Sullana con jirón Huánuco. Planifique: Organice su viaje en www.ytuqueplanes.com. Ruta: Viaje a Piura con Cruz del Sur (www.cruzdelsur.com.pe).