Conozca la historia de este islote que solía ser una prisión de máxima seguridad y ahora es parte de un circuito ecoturístico.,Marquiño Neyra / Revista Rumbos La Isla El Frontón estuvo inhabitada, asediada por piratas y corsarios por décadas hasta que en 1917, durante el Gobierno de José Pardo, se construyó una prisión para albergar a los delincuentes más peligrosos del Perú. El mar como carcelero. PUEDES VER: Callao: travesía ecoeducativa en las islas Palomino Por los sesenta, esta isla tuvo como reos a personajes políticos opuestos a los regímenes de turno, como el expresidente Fernando Belaunde, quien fue encerrado durante 12 días por encabezar desde Arequipa una manifestación en contra del segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche. Dos décadas luego, Fernando Perochena López, conocido como el “Loco Perochena”, estuvo en El Frontón. Este temido ladrón era conocido por desvalijar viviendas y bancos, en los que disparaba a cuanto policía y civiles encontraba al paso. Inclusive, según los medios, llegó a tener una recompensa por orden de captura de hasta 200 mil dólares (636 000 soles, aproximadamente), seis veces más de lo que hoy se pide por el expresidente Alejandro Toledo, acusado de tráfico de influencias y lavado de activos en el caso Odebrecht. También pasó Guillermo Portugal “La Gringa”, un delincuente que escapó de El Frontón tras matar a un lobo de mar para untarse su grasa y nadar por las heladas aguas, con un pelícano muerto en la cabeza como camuflaje. Su apelativo se debe a que salió vestido de mujer con una brillante peluca rubia, y cuya historia quedó plasmada en el filme peruano “Alias La Gringa”. El “Pabellón Azul” Durante el primer gobierno de Alan García, en 1986, esta cárcel albergó a terroristas que ocuparon un espacio llamado el “Pabellón Azul”. Para evitar el traslado a la prisión de Canto Grande los internos por terrorismo se amotinaron, y a las tres de la mañana del jueves 19 de junio de ese mismo año comenzaron la rebelión. Para las seis de la mañana las paredes del “Pabellón Azul” habían sido destruidas por el bombardeo. Los presos de menos calibre se encontraban refugiados en la zona denominada “El chaparral” y, según algunos testigos, se habían salvado de morir porque se les había ocurrido izar una bandera peruana para poder diferenciarse de los terroristas. La Marina de Guerra del Perú, cuya base más cercana se encuentra en el distrito de La Punta a solo minutos de esta isla, realizó un ataque a las instalaciones retomando el control. Horas más tarde la prensa nacional daba cuenta que la mayoría de los amotinados habían perecido en el proceso. A fines del año pasado abrieron proceso a 35 exmarinos. Foto: Difusión Se habrían matado 133 reos entre el 18 y 19 de junio de 1986, a manos de 35 exmarinos. El año pasado se abrió la investigación, siendo hasta hoy materia de investigación, tanto judicial como periodística, el posible hecho de ejecuciones extrajudiciales, lo cual involucraría al mismo presidente García. A pesar de todos estos sucesos, se dicen que los presos podían merodear por la isla, pescar desde cangrejos, calamares hasta tramboyos y chitas, así como alimentarse de aves marinas. Lo único que no podían hacer era escaparse (excepto en un par de excepciones), debido a la distancia entre la isla y la costa y al frío de las aguas que podía matar de hipotermia a cualquiera que lo intentase. Por otro lado, la idea de aislar a los presidiarios más revoltosos en islas no es una idea exclusiva del Perú. En Estados Unidos, la isla de Alcatraz en la costa de San Francisco (California), también se hallaba una prisión federal, la cual funcionó de 1934 a 1963 y tuvo entre sus presidiarios al famoso gánster de los años 20 Al Capone. Finalmente, el presidente John F. Kennedy decidió cerrarla por su alto costo que triplicaba a las prisiones promedio. Muro de las Lágrimas, una instalación de piedras volcánicas de basalto construida por reos y que hoy es visitada por turistas que llegan al archipiélago. Foto: BBC El lugar preferido de Charles Darwin, debido a su curtida variedad de fauna (especialmente aves), también cobijó una cárcel. Terminada la Segunda Guerra Mundial, el presidente ecuatoriano José María Velasco Ibarra inauguró en la isla Galápagos una prisión en 1946 hasta 1959, cuando luego de una serie de problemas (malas condiciones, organización deficitaria, fuga masiva en yate, etc.), decidieron cerrarla. Asimismo, también podríamos mencionar la isla Santa Elena en la costa de Angola, la isla Gorgona en la costa colombiana, entre otras que también fueron prisiones de alta seguridad. Un paraíso ecoturístico El pelicano (Pelecanus thagus) está actualmente en peligro de extinción. Foto: Marquiño Neyra Hoy en día la isla El Frontón es parte de un circuito turístico. Esta puede ser observada y rodeada por las embarcaciones de empresas turísticas y particulares que realizan tours por las diferentes islas (islas San Lorenzo e islas Palomino) que se encuentran en el mar del Callao. Están compuestas por formaciones rocosas y diversos animales la habitan como el zarcillo, pelicanos, gaviotas, lobos marinos y pingüinos de Humboldt. Todos los visitantes pueden apreciar al Lobo marino, una especial actualmente vulnerable. Foto Marquiño Neyra Ahora que Lima se disuelve por el sofocante calor, darse un chapuzón mientras que los lobos marinos brincan en medio del turbulento oleaje, y las gaviotas se adentran en el agua para cazar a sus presas, es el panorama que nos ofrece un catamarán (embarcación con dos cascos paralelos de igual tamaño), por el cual podremos pasar un full day lleno de naturaleza, aventura e historia. La mejorar manera de mirar el presente y esperar el futuro, es conociendo el pasado. En rumbo: Para poder disfrutar de esta aventura entra a http://www.tourmarinomikeira.com/. Punto de encuentro: Plaza Grau, Callao.