Los estudiantes de las Escuelas Interculturales Bilingües (EIB) de la provincia de Lauricocha (Huánuco), se reúnen para compartir sus aprendizajes y saberes en un encuentro lleno de alegría en el que predomina el quechua y las costumbres ancentrales. , Luis Pérez / Revista Rumbos Allin hamusqa kapaychik kay Lauricocha Markaman, dice un chaposo niñito. "Eres bienvenido a la provincia de Lauricocha", traduce entre risas su compañero. "Muchas gracias", responde el caminante, quien le pide a Euvrich que mejor hable en español. Pero el infante se rehusa a dejar de lado su lengua materna. PUEDES VER: Lauricocha: Justina Amancio, la noble cocinera de Jesús Y es que Euvrich quiere hablar quechua siempre y en todos lados: en la escuela, en el hogar, cuando juega con sus amigos y hasta con los viajeros que llegan a su pueblo, a quienes les enseña algunas palabras en runa simi (la lengua de los hombres). Así, como jugando, sigue al pie de la letra el rumbo hacia una educación de calidad para los niños de pueblos autóctonos u originarios, trazado por el Ministerio de Educación (Minedu), para un uso adecuado de las lenguas originarias en el quehacer académico, laboral y cultural. Y esa es la propuesta pedagógica de las Escuelas Interculturales Bilingües (EIB) implementadas por la Unidad de Gestión Educativa Local 309 (UGEL) en 20 instituciones educativas de Lauricocha (Huánuco). En las EIB, los niños desde los tres años desarrollan óptimos niveles de aprendizajes, según un currículo intercultural que articula conocimientos de historia e identidad local y nacional, a través de técnicas y valores del contexto sociocultural y lingüístico, que les permitirán integrarse en otras comunidades. Milagritos enseña sus habas tostadas. Foto: Jorge Calderón Compartir saberes El Kushish Tinkuy (Encuentro alegre) es una reunión en la que los niños de las 20 EIB comparten sus potencialidades interculturales bilingües. Una jornada que lejos de ser una competencia, es una manera de familiarizarse con 'el otro'. Los menores danzan, tejen, cantan, representan escenas de las costumbres del sembrío y componen poemas en su lengua originaria. Claro, bajo la supervisión y apoyo de sus padres, docentes y yachaqs (sabios). Eso no es todo. También viajan al pasado en los restos arqueológicos de Chiquia y Quenac, donde le rinden tributo a la Pachamama. En el Kushish Tinkuy los niños exponen en quechua sus proyectos educativos; entonces, se ve a una tierna Milagritos enseñar las habas que tostó, a Juan preparar una nutritiva mashka y a Jesús comerse todos los tocosh habidos y por haber. Y es que la agrobiodiversidad también es parte del contenido del currículo de las EIB. "Solo así ellos pueden ir creciendo mirando al mundo con fortaleza y sin temores o amenazas", afirma el director de la Ugel 309 - Lauricocha, Guillermo Fabián Barbito. Al retorno, Milagritos, se queda dormida en la combi que la lleva a su casa en el Alto Marañón. Ojalá que cuando despierte no se percate que Jesús no solo se ha comido todo el tocosh, sino también sus habas que con tanto cariño tostó. Oraciones en su lengua madre: el quechua. Foto: Jorge Calderón El dato El Kushish Tinkuy Regional 2016 que reúne a las EIB de las once provincias de Huánuco se realizará los días 07 y 08 de octubre en la ciudad de Puerto Inca.