En el Centro Cultural de San Marcos, se inauguró ayer por el Día Internacional del Museo, la sala Paracas, vientos del sur, una colección de textiles y cerámicos en la que resalta el manto blanco, una pieza única recuperada por Julio C. Tello. , Luis Pérez / Revista Rumbos Algodón nativo, fibra de camélidos sudamericanos y tintes naturales con los que obtenían colores vivos para sus diseños geométricos, son algunas de las claves de los mantos y textiles de la cultura Paracas. PUEDES VER: Casona de San Marcos: remanso cultural en el Centro de Lima La esclavina tiene una dimensión de 56 centímetros de ancho y 69 centímetros de largo. Foto: CCSM Así lo explicó el arqueólogo Juan Yataco, durante la ceremonia de apertura de la sala Paracas, vientos del sur, del Museo de Arqueología y Antropología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. La inauguración de la sala coincidió con el Día Internacional del Museo, fecha ideal para presentar la colección en la que resalta el llamado manto blanco, una reliquia textil del periodo paracas necrópolis que fue recuperada por Julio C. Tello, el 'padre de la arqueología peruana', en una de sus expediciones al desierto iqueño. “Su antigüedad oscila entre los 260 a.C. y 80 d.C., es decir, tiene más de 2 000 años. Este tejido, que formó parte de un importante ajuar funerario, presenta 84 figuras antropomorfas y cuenta con 520 íconos registrados a lo largo y ancho del textil”, reveló el doctor Yataco. Los estudios de diferentes investigadores revelan que la pieza muestra a ocho personajes (cinco masculinos y tres femeninos) que se repiten simultánea y simétricamente hasta completar un total de 120 figuras. Cada una con colores característicos y detalles que revelan su connotación artística. Los mencionados personajes danzan en un gran patio. El turbante fue bordado con fibras de camélido. Foto: CCSM Las otras piezas En la sala se expone la esclavina, un paño rectangular de 56 centímetros de ancho y 69 centímetros de largo. Este fue elaborado a través de una técnica llana en un fondo verde, donde resalta un personaje masculino vestido con túnica y wara (tocado de plumas). Otra pieza es el turbante confeccionado en una tela llana de algodón de color crema. Más allá de la excelente textilería, la colección incluye piezas de alfarería, como ollas, tazas, platos, botellas y cántaros globulares con pico y puente. La mayoría de las vasijas tienen grabaciones por incisión. También se aprecia una momia que muestra una deformación craneal, un símbolo de belleza y moda en la cultura paracas. Según los estudios, se trataría de un adulto joven de entre 20 y 35 años de edad. Este tiene las manos flexionadas hacia la cabeza, las cuales cubren el lado izquierdo de su rostro. Las cerámicas fueron cocidas al fuego. Foto: CCSM El dato Los textiles y ceramios de la sala pertenecen a la colección del archivo del doctor Julio C. Tello, quien fundó el Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM. En Rumbo Dónde: Centro Cultural de San Marcos (Casona), Parque Universitario, intersección de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola (ex Colmena), Centro Histórico de Lima. Ingreso: Libre todo mayo.