El inicio de la Semana Santa en este distrito de Barranca (Lima) es una mezcla de costumbres que mantienen intactas las tradiciones familiares. ,Luis Pérez / Revista Rumbos Adelita teje una enorme palma. Kevin limpia los milagros de plata. Jesús Teresa y Carmen peinan la cabellera del Cristo que reposa en una silla. “Lo que hago es una tradición. Es mi responsabilidad con el Señor. Hace muchos años se lo ofrecí”, confiesa Adelita Castillo, mientras sus manos crean figuras con las hojas de la palma. “Dejó a un lado los juegos y vengo a la iglesia para ayudar a las señoras”, confiesa el niño Kevin Daza desde una de las bancas del templo. “Siempre he estado aquí. Esto es una continuidad de lo que hacía mi abuela y mi madre. Sé que mis hijas también lo harán por fe y amor a nuestro Señor”, cuenta optimista Jesús Teresa Napurí. A su lado, Carmen Marín, con una sonrisa, le da la razón, mientras el peine sube y baja por la cabellera. PUEDES VER: Junín: saboree las truchas de la piscigranja de Satipo Domingo de Ramos en Supe, una vieja tradición. Foto: Ángel Chávez Adelita, Kevin, Jesús Teresa y Carmen se han reunido en el templo de Supe, en la provincia de Barranca (Lima), para vestir con un traje rojo de hilos dorados, al Señor del Triunfo, la imagen venerada que la noche del sábado pernoctó en una pequeña huerta de cañas y plantaciones de la calle La Mar. Ni bien amanece, los alborotos por el Domingo de Ramos están a la orden del día. Adelita sigue con las palmas para los fieles. Kevin toma una mototaxi y va al encuentro del Cristo. Jesús Teresa y Carmen ya están en la parroquia San Nicolás, donde, luego de la liturgia, se hace la bendición de las palmas. Bendiciones en las calles de Supe. Foto: Ángel Chávez La calle Francisco Vidal se convierte en el espacio perfecto para recrear la escena bíblica de la entrada triunfal de Jesús al pueblo de Jerusalén. Desde ahí, Adelita, Kevin, Jesús Teresa y Carmen levantan sus palmas, saludan al Cristo que está sentado sobre el lomo de un burrito que avanza con dirección hacia la parroquia de Supe. Concluye el recorrido procesional y los protagonistas de esta crónica se despiden del Señor del Triunfo, pero saben que aún hay más trabajo: la Semana Santa recién empieza. Así son las cosas la fe. Así es la manifestación religiosa de los pobladores de Supe. A la espera de los creyentes. Foto: Ángel Chávez