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Sociedad

VRAEM: químicos colombianos procesan alcaloide de cocaína en selva de Ayacucho

Brigadas del Frente Policial Vraem y del CE Vraem incursionan en dos laboratorios y hallan documentos de extranjeros. También encontraron 1.500 kilos de cocaína y 27 toneladas de insumos. Droga tenía las marcas de Nike, Ferrari y Zeus.

En la zona estarían operando tres firmas de acuerdo a los logotipos encontrados en los paquetes de drogas hallados. Foto: PNP
En la zona estarían operando tres firmas de acuerdo a los logotipos encontrados en los paquetes de drogas hallados. Foto: PNP

Agentes antidrogas y de inteligencia del Frente Policial Vraem allanaron y desarticularon dos narcolaboratorios en Ayacucho, donde decomisaron más de 1.500 kilos de cocaína y casi 27 toneladas de insumos químicos. En uno de estos complejos instalados en medio de la selva, se percataron de las cédulas de identidad de tres presuntos químicos colombianos.

En la zona estarían operando tres firmas, de acuerdo con los logotipos identificados en los paquetes de drogas incautados. Estos utilizaban las marcas de Nike, Ferrari y Zeus.

“En menos de 24 horas, hemos decomisado 1.565 kilos de alcaloide de cocaína cotizados en 1 millón 330.250 dólares (el kilo en el Vraem está 850 dólares)”, fijo el coronel PNP Pedro Washington Solorzano Niño de Guzmán, jefe (e) del FP Vraem y jefe operativo.

Con los documentos encontrados, las autoridades de la Dirandro ahora siguen las pistas para llegar al o los dueños de la droga y de los precursores químicos que se incautaron.

Uno de los laboratorios fue localizado en el centro poblado Mayapo, distrito de Llochegua, provincia de Huanta, Ayacucho.

Cargamento de droga. Foto: PNP

Cargamento de droga. Foto: PNP

Lugares de procesamiento

En coordinación con personal militar del CE Vraem y Manuel Castro Sánchez, titular de la Fiscalía Provincial Especializada en delitos de tráfico ilícito de drogas de Kimbiri, las fuerzas combinadas se dirigieron por tierra desde Pichari hasta Mayapo, donde a la 1.00 de la madrugada se realizó un despliegue táctico y operacional.

Así, en las coordenadas geográficas 12º21' 42”S - 73º59' 32”W, ubicaron un laboratorio rústico para el procesamiento de alcaloide de cocaína. Seguidamente, en las inmediaciones del mismo lugar, también localizaron, según las coordenadas 12º2144.666”S - 73º59' 9.566”W, un segundo laboratorio.

Primero se ubicaron 88 paquetes tipo ladrillo de alcaloide de cocaína, así como dos envases de plástico con cocaína, los cuales hacían un peso de 110 kilos. De manera similar, se ubicó 9 timbos con alcaloide de cocaína. En total, en Mayapo, se confiscó 1.330 kilos de estupefaciente.

Asimismo, durante las operaciones se detectaron otros 115 kilos de alcaloide en el centro poblado San José, distrito de Santa Rosa, provincia de La Mar y otros 120 kilos de la misma sustancia en el centro poblado Buenos Aires, distrito de Magdalena.

En los laboratorios, así como en San José y Magdalena, fueron descubiertas unas 27 toneladas de permanganato de potasio, bisulfato de sodio, acetona, ácido sulfúrico, ácido clorhídrico, soda cáustica. También 10 prensas grandes, 12 gatas hidráulicas, 8 moldes de acero, 10 hornos microondas, cuatro motores generadores de energía eléctrica, ocho cocinas a gas, ocho balones de gas, seis cilindros metálicos, ocho balanzas grameras, 10 ollas, entre otros elementos y herramientas.

Usaron bombas lacrimógenas

Luego de la intervención, algunos lugareños de la zona trataron de impedir el traslado de las drogas comisadas, al bloquear las vías de acceso. Por esta razón, el personal policial hizo uso de material lacrimógeno como acción disuasiva, conforme el Decreto Legislativo N.º 1186, Ley que regula el uso de la fuerza por parte de la PNP.

El coronel Pedro Solorzano precisó que los insumos químicos fiscalizados fueron destruidos, y se tuvo en consideración, en todo momento, la preservación del medio ambiente y ecología.

Periodista profesional, egresado de la Escuela de Periodismo Jaime Bausate y Meza. Me gusta explicar, enseñar, compartir. A lo largo de mi carrera he cubierto casos resonantes que nos ha tenido más horas en la computadora que lo habitual, siempre aferrado a un estilo, que combina datos, análisis, entrevistas, crónicas.