Sociedad

Yasmín Calmet: “Mensaje muestra que Dina Boluarte vive en un mundo paralelo"

Politóloga, y profesora de la Escuela de Ciencias Políticas de Universidad nacional Pedro Ruíz Gallo, Yasmín Calmet, analiza los puntos flacos del discurso presidencial de Dina Boluarte.

Análisis. Con experiencia en el exterior Jasmin Calmet mostró los puntos flacos del mensaje. Foto: difusión
Análisis. Con experiencia en el exterior Jasmin Calmet mostró los puntos flacos del mensaje. Foto: difusión

El discurso presidencial de 28 de julio de Dina Boluarte no colmó la expectativa de vario sectores del país, para hacer un análisis de lo que fue el mensaje La República entrevistó a la politóloga, Yasmin Calmet quién señaló que la presidenta vive en un mundo párelo a la realidad del país y no hay coherencia con la crisis política que viene afrontando la ciudadanía.

—¿Qué sensación te deja este mensaje presidencial?

Dina Boluarte vive en un mundo paralelo al negar la realidad sobre el contexto político peruano, refleja la incapacidad de ser una líder coherente, pragmática y sensata. A pesar de haber mantenido un discurso en tono más conciliador y haber traído algunos datos sobre los problemas existentes en el país, veo en sus palabras la falta de entendimiento sobre cuestiones puntuales de la política peruana, como la corrupción, el embate entre ejecutivo y legislativo, la injusticia social, el problema de la división sociopolítica en el país y la recaudación de impuestos para invertir en proyectos sociales.

—¿Entonces no conecta con la realidad que se hace sentir en las calles?

En su discurso, la presidenta piensa que el actual contexto político del país coincide con un sistema democrático, ignorando las acciones coactivas y violentas del Estado, así como la falta de canales de diálogo y un proyecto político que busca criminalizar movimientos, coloca al país en una situación de baja democracia o sistema híbrido; pero no una democracia real.

Dina Boluarte no toco el tema de políticas públicas preventivas, las cuales son esenciales, según politóloga Yasmín Calmet.

Dina Boluarte no toco el tema de políticas públicas preventivas, las cuales son esenciales, según politóloga Yasmín Calmet.

—¿Crees que colmó las expectativas del país con su mensaje?

Para el ciudadano peruano que protesta y el que está insatisfecho con su gestión, el discurso no ha colmado las expectativas. Por lo contrario, pienso que lo entendieron como un discurso que busca desviar la atención de 3 puntos importantes: 1) El pacto con el fujimorismo y otros grupos políticos para mantenerse en el poder hasta 2026, 2) La acción policial para contención de manifestantes, siendo visto como una forma de inhibir la participación política por otros medios que no la elección de representantes y 3) Su incompetencia de gestión y acción eficaz en la reforma política; el combate al dengue que acecha el norte del país y el fenómeno El Niño que amenaza derechos básicos de la población más vulnerable del país.

—¿Algo que no se mencionó fueron las reformas políticas, ese tema está zanjado al parecer?

No se mencionó porque no es conveniente para ella ya que perdería el apoyo de sus "aliados" políticos y no le permitiría quedarse en la silla presidencial hasta el 2026. Hay que recordar que los grupos con quienes ella ha hecho alianzas, no tienen interés en una reforma política, pues esto implicaría en pérdida de privilegios, estatus y poder político.

—¿Tampoco hubo propuestas claras en favor del país?

Me parece que ella presenta un mensaje con más de lo mismo, no presenta propuestas concretas, esto es, como serán ejecutados los proyectos, de donde se sacará el dinero para los proyectos, etc. Ha sido, como dije, un discurso que busca ser conciliador, lleno de promesas para desviar la atención de los reales problemas que alimentan la crisis política peruana.

—Pero ahora que hay una unión ya confirmada entre Legislativo y Ejecutivo. ¿Debería haber mayores proyectos?

Para que se puedan ejecutar proyectos es necesario un diálogo estrecho con el legislativo; pero todos sabemos que no es posible confiar en el Congreso, ya que velan más por sus intereses privados. Esto también implica formar nuevas alianzas y negociar cargos para que los mismos puedan aprobar los proyectos y el dinero para su ejecución.

—La presidenta habló de perdón. ¿Cómo interpretarlo?

Veo que hay un intento de animar los ánimos, pero sin canales de diálogo, el perdón se vuelve algo poco simbólico y liviano. Creo que el pedido de perdón debe venir con un encuentro entre líderes del movimiento, sin acusaciones de ser contra la democracia ni categorizarlos como terroristas. Hay que recordar que, en sociedades democráticas, es normal que existan grupos de presión y las protestas se vuelven un mecanismo de participación política.

—¿Qué debe hacer entonces el Gobierno?

Y el Gobierno tiene que estar abierto a escuchar y responder de manera democrática las demandas. Si el pedido de estos grupos es inviable, es necesario que se lleguen a acuerdos que posibiliten una salida alternativa para el problema.

Periodista con más de 22 años de experiencia en Perú y el extranjero. Cubre las secciones de Política, Sociedad, Economía y Deportes. Ostenta diversos premios y reconocimientos como la Medalla de la Ciudad de Trujillo.