Científica. La oceanógrafa ha ganado el premio “Por las Mujeres en la Ciencia”, de Unesco, Concytec y L’oreal. Investiga hace más de veinte años. Conoce el mar a fondo.,Sara Purca, la vigilante del mar,Desde hace cuatro años, siempre de madrugada, Sara Purca Cuicapusa, con el abrigo hasta el cuello, visita playas sin sol para hacer lo que pocos hacen: buscar micropartículas de plástico en la arena. La científica de 44 años, acompañada por un equipo del Instituto del Mar del Perú (Imarpe), llega a las playas, separa porciones de arena, retira los residuos más grandes y filtra lo restante, como quien cierne harina. Realiza el proceso entre tres y cinco horas. Luego obtiene partículas de plástico que ni siquiera miden un milímetro. Allí, en ese imperceptible resultado, está el insumo para destruir un ecosistema marino. PUEDES VER Lanzan simposio internacional de paleontología en el Museo Andrés del Castillo Desde hace más de 20 años, Sara investiga la costa, el océano y las especies que lo habitan. Conoce El Niño, La Niña, la Corriente de Humboldt. Mide el impacto de las tapas de botellas, los utensilios de comida y la basura que no llega a los tachos. Observa las consecuencias del cambio climático. Allí, en ese terreno poco explorado por investigadoras peruanas, la oceanógrafa ha encontrado resultados. Y no son buenos. Su medición de residuos en la playa Costa Azul, de Ventanilla, fue incluida en un preocupante ránking de contaminación liderado por países de Asia, el continente que arroja más plásticos al mar. El balneario del Callao se ubicó a mitad de tabla con 463 partículas de plástico por metro cuadrado. El Perú era superado por China, Tailandia y otras naciones que amenazan a especies marinas. “Es que las corrientes botan todo en Costa Azul”, diagnostica la científica que vigila el mar hace más de diez años junto a cinco profesionales del área funcional de investigaciones marino costeras del Imarpe. Mar de fondo La estudiosa que creció en Carabayllo, de madre comerciante y padre conductor, no solo mide la basura escondida entre los granos de arena, sino monitorea, con filtros matemáticos y radares del Imarpe, los cambios en el océano y sus especies a través del tiempo. Qué tan intenso es El Niño, qué tan potente será La Niña. Por qué no todos los veranos son iguales. Por qué el mar está frío o caliente. “Es como lo que hace el Senamhi, como la meteorología –explica la científica–, pero en nuestro mar”. Por eso, acaba de ganar el Premio Nacional “Por las Mujeres en la Ciencia”, otorgado por L’Oreal, Unesco y Concytec “en mérito a su valioso aporte al desarrollo del Perú y el mundo”. Este premio internacional ha reconocido aportes como el de una astrónoma chilena que estudia la vía láctea, una química árabe que busca mejorar la detección temprana de enfermedades, una fisicoquímica mexicana que quiere reutilizar el dióxido de carbono para evitar que se vaya a la atmósfera. Sara Purca y la ingeniera de industrias alimentarias Lena Gálvez (Arequipa) superaron a 40 doctoras de 10 regiones del Perú, el país donde solo el 30% de investigadores son mujeres. “Han trabajado a lo largo de su vida generando conocimiento en proyectos ejemplares. Sara Purca estudia algo tan importante como el ecosistema marino. Muy valioso”, dice la presidenta del Concytec, Fabiola León-Velarde. Para Purca, su investigación podrá mostrar la problemática del mar y el impacto urbano en su ecosistema. Cree que los daños pueden mitigarse y los peruanos cambiar sus hábitos. “Estamos cegados con el mar. Le damos la espalda”. Sara ha estudiado la presencia de microplásticos en las playas de Lima, Piura, Ica, y lo hará en Tumbes y en el Lago Titicaca. Ha monitoreado la Corriente Humboldt frente al Perú, y la relación entre la anchoveta y su ambiente. También ha propuesto un centro de excelencia para promover el uso de aguas subterráneas. Los inicios Cuando eran pequeñas, Sara y su hermana Lucila se dedicaban a disecar mariposas. Las capturaban, les echaban alcohol y las clasificaban. Era un pasatiempo que se volvió tan popular en el barrio de Santa Isabel, en Carabayllo, que los vecinos atrapaban los insectos y los dejaban en la casa de las pequeñas. Poco después estudió Ingeniería Pesquera en la Universidad Nacional Federico Villarreal, ante la imposibilidad de ingresar a Medicina. Allí conoció a su mentora, la bióloga Norma Chirichigno, la primera mujer que creó una clave para peces marinos del Perú. Luego estudió un doctorado en oceanografía en la Universidad de Concepción de Chile. Ahora, su trabajo se torna más complicado: el cambio climático no le permite hacer predicciones. “El impacto es catastrófico”, dice Purca y recuerda que en el mundo ya hay peces con plásticos en el estómago. Pero quiere continuar. A veces lleva a su hija Regina, de más de un año, o a su familia, a limpiar playas. Espera que en el futuro ya no sea necesario buscar micropartículas en la arena.❧ Mujer y ciencia Mañana se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Sobre ello, Fabiola León-Velarde considera que “debemos alentar a las niñas con vocaciones científicas. Deben estar presentes en la revolución digital”, manifiesta. Sara y Lena recibirán sus premios el 8 de marzo.