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Rumbo a la Cumbre del Futuro, por Igor Garafulic

“Un esfuerzo especial se viene destinando para involucrar a los jóvenes del mundo y amplificar sus voces, en reconocimiento a su rol crucial para el desarrollo sostenible”.

En la Cumbre del Futuro, el Perú y el mundo tendrán la oportunidad de fortalecer la cooperación internacional a favor de las personas y del planeta para mejorar el presente y salvaguardar el futuro.

Hace 79 años, con la entrada en vigor de la Carta de las Naciones Unidas, los líderes globales se comprometieron, en representación de sus ciudadanías, a colaborar entre sí para mantener la paz y seguridad internacionales y promover el progreso social y económico de los pueblos.

La carta dio origen a la organización internacional más representativa del mundo, las Naciones Unidas (ONU), que desde entonces ha trabajado denodadamente en la promoción de los derechos humanos, el desarrollo sostenible, y la paz y la seguridad internacional. En casi ocho décadas, la Carta ha servido para evitar múltiples conflictos y proteger la vida y derechos humanos de millones de personas alrededor del mundo.

En 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), producto de la deliberación y el consenso de los 193 Estados miembros de la ONU con una destacada participación de la diplomacia peruana. Se trata del plan de acción universal a favor de las personas, el planeta, la prosperidad y la paz. Su diseño fue resultado del proceso de consultas más amplio y participativo de la historia de la ONU que contó con aportes de los distintos actores del desarrollo, como la sociedad civil, los pueblos indígenas, la comunidad científica y académica, el sector privado y la población.

Los ODS han servido como guía y herramienta para promover y priorizar acciones dirigidas a poner fin a la pobreza y el hambre, reducir las desigualdades, proteger el planeta y lograr sociedades pacíficas, entre otros objetivos universales.

No obstante, en años recientes, la humanidad ha enfrentado enormes desafíos, como la pandemia del COVID-19, la crisis climática, la proliferación de la desinformación y el discurso de odio y el incremento de conflictos y tensiones geopolíticas, entre otros. En este contexto, a medio término del cumplimiento del plazo para alcanzar los ODS, el progreso ha sido insuficiente.

Por el contrario, en muchos casos se han registrado retrocesos. Las desigualdades se han pronunciado y las personas enfrentan mayores costos de vida. Esta situación es aún peor en los países más vulnerables, donde la pobreza y el hambre acechan a millones de personas.

Esta situación pone de relieve el espíritu y fines de la cooperación internacional, delineados en la Carta de la ONU. Pero también plantean la necesidad de reformar la cooperación internacional para volverla más eficaz de cara a entregar mejores resultados a las personas y al planeta.

En 2020, con motivo de la conmemoración del 75 aniversario de la ONU, los Estados miembros se comprometieron a reforzar la gobernanza mundial y pidieron al secretario general sus recomendaciones para afrontar los retos actuales y futuros. En respuesta, el secretario general elaboró Nuestra Agenda Común, un llamado a la solidaridad de las naciones y a la renovación del sistema multilateral para acelerar el cumplimiento de los compromisos existentes y mejorar la gobernanza mundial.

Con este objetivo, el secretario general de la ONU propuso la organización de la Cumbre del Futuro, a realizarse en septiembre del 2024, para construir un nuevo consenso mundial. Su propósito es reforzar la colaboración entre los países para lograr los acuerdos y compromisos existentes que reflejan las aspiraciones de las naciones por un mejor porvenir, como la Carta de la ONU, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y los ODS. Al mismo tiempo, se propone tomar acción para responder a los nuevos retos y oportunidades que encara el mundo.

Durante la Cumbre, los Estados miembros de las Naciones Unidas negociarán y aprobarán el Pacto del Futuro. Se trata de un documento orientado a la acción, que aspira a ofrecer un claro camino para el progreso en áreas claves, como el financiamiento para el desarrollo sostenible; la paz y la seguridad internacionales; la ciencia, la tecnología, la innovación y la cooperación digital; la juventud y las futuras generaciones; y la transformación de la gobernanza global.

Actualmente, los países han comenzado las negociaciones sobre el documento final. Se arribó a esta fase, tras un proceso iniciado a fines de enero de este año con la presentación por parte de los cofacilitadores (Alemania y Namibia) del Borrador Cero del Pacto del Futuro —el cual contó con las contribuciones de los Estados miembros, sociedad civil y el Sistema de las Naciones Unidas— y luego de las reacciones de los Estados miembros al mismo.

Algunas de las propuestas que vienen generando mayor atención incluyen la reforma de la arquitectura financiera internacional para volverla más inclusiva, justa, representativa, efectiva y resiliente de cara a los retos del mundo actual y las necesidades de las generaciones venideras; la nueva Agenda para la Paz, que incluye un enfoque holístico de los motores de los conflictos y reconoce los vínculos entre el desarrollo sostenible, la acción por el clima y la paz; y la cooperación digital global para lograr un futuro digital abierto, libre, seguro y centrado en el ser humano.

Un esfuerzo especial se viene destinando para involucrar a los jóvenes del mundo y amplificar sus voces en este proceso preparatorio de la Cumbre del Futuro, en reconocimiento a su rol crucial para el desarrollo sostenible. Actualmente, se está negociando una Declaración sobre las Futuras Generaciones como anexo al Pacto del Futuro, con el objetivo de lograr compromisos por parte de los Estados miembros para tener en cuenta a las generaciones venideras en las políticas y en la toma de decisiones.

Como Estado miembro fundador de las Naciones Unidas, Perú cuenta con una arraigada tradición en la promoción del multilateralismo. Desde la firma de la Carta de la ONU, ha contribuido significativamente en los ámbitos de paz y seguridad internacionales, derechos humanos y desarrollo sostenible. Prueba de ello ha sido su participación destacada en las negociaciones de la Agenda 2030 y el Acuerdo de París, por citar dos ejemplos.

La Cumbre del Futuro es una oportunidad sin precedentes para contribuir al fortalecimiento de la cooperación internacional en aras de un porvenir más próspero, sostenible y seguro para la humanidad y las generaciones venideras. El Pacto del Futuro con el compromiso de todos los Estados miembros nos acercará a un sistema global de financiamiento más justo y a un planeta más seguro, pacífico y sostenible, donde la tecnología se encuentra al servicio de la humanidad y la protección de las futuras generaciones guía la toma de decisiones de los líderes globales.

Desde el Sistema de las Naciones Unidas en Perú, estamos preparados para respaldar activamente la participación exitosa del país en este proceso.

(*) El columnista es coordinador Residente del Sistema de las Naciones Unidas en el Perú.