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Critica al aprendizaje por competencias, por Moisés Barrantes Cabrera

“No hemos observado ni leído informes de debates académicos profundos sobre la implementación del aprendizaje por competencias, en las carreras universitarias”. 

Cumpliendo el papel de educador universitario y usando pensamiento crítico abordo hoy, aunque muy brevemente, el tema del aprendizaje por competencias. Al haber sido partidario y propulsor de esta estrategia metodológica educativa en la Facultad de Medicina de la Universidad de Trujillo, me obliga a tocarlo; mucho más, después de leer un reciente artículo del educador español Jordi Martí.

En efecto, Martí en el artículo titulado ¿Por qué el aprendizaje por competencias es un engañabobos? hace una severa crítica a lo que él llama una de las modas pedagógicas más extendidas de la actualidad. Señala que con esta estrategia el conocimiento se fragmenta, pierde profundidad y se reduce a juegos, debates, presentaciones bonitas y experimentos superficiales.

Desde luego, si el conocimiento se fragmenta y pierde profundidad, resultan afectadas varias propiedades cognitivas, como la atención. concentración, reflexión, análisis, síntesis, argumentación, demostración y evaluación. Estas ideas de Martí han causado crisis en algunos, quienes no responden con argumentos (epistemes. doxas), sino con insultos. No tienen valor.

Varios estudiosos, incluyendo educadores, han abordado el concepto competencias y sus aplicaciones, con sus referentes materiales. El psicólogo, biólogo y epistemólogo suizo Jean Piaget al analizar este concepto en las etapas de desarrollo cognitivo de las personas, dice que competencia es la estructura operativa del pensamiento, vale decir la última fase en el avance creativo, en la línea instrumental.

Por mi parte, señalo que en las competencias hay una conjunción entre idea y hecho. La competencia es un constructo en la cual se reúnen características que debe tener una persona para adquirir capacidades y poder actuar. Estas características son cognitivas, actitudinales, procedimentales y solución de problemas. Las ideas se trasladan a su comprobación en hechos, que significan capacidad, demostración y actuación.

 Preciso mejor, competencia es igual a capacidad, la capacidad se comprueba con la demostración y ésta se observa en la actuación de la persona. Tal estrategia metodológica de aprendizaje se extendió y llegó a mi Facultad de Medicina, hace más de 20 años. Luego se ha puesto de moda en otras universidades de Perú y el Ministerio de Educación la incorporó para todos los niveles. En otros países también la incorporaron.

Si se trata de una propuesta metodológica educativa, es bueno considerar que debe pasar por el tamiz de las dimensiones de la razón siguientes: histórica (la pertinencia), cognitiva o lógica (desarrollo del conocimiento), estratégica (lo justo a tiempo) e Instrumental (facilitar la ejecución). Con análisis y debate académico, se entenderá mejor qué es una competencia, antes de aplicarla sin conocer las razones de la propuesta.

No hemos observado ni leído informes de debates académicos profundos sobre la implementación del aprendizaje por competencias, en las carreras universitarias. Esta carencia debe corregirse, para definir si realmente en esta implementación curricular, la ideología está por encima de lo técnico-cognitivo. Tarea pendiente en las universidades, entre ellas en mi alma máter, la Universidad Nacional de Trujillo. Todo apunta a señalar que esta estrategia educativa se ubica en el nivel instrumental.

Dr. Moisés Barrantes Cabrera

Mirando la esencia

Médico especialista en Medicina Interna y especialista en Reumatología. Magíster y doctor en Medicina, por la Universidad Peruana Cayetano Heredia. Profesor de Escuela de Posgrado y Past decano de la Facultad de Medicina de la U. Nacional de Trujillo. Cultiva las áreas de educación universitaria y filosofía de la ciencia.