Experto analizó 128 casos de adolescentes abusadas. Una violación no es la única agresión que sufre una menor vulnerada. Hay una serie de eventos que a lo largo de su vida atentan contra su integridad física y psicológica, asegura el antropólogo Jaris Mujica. Investigación del Minsa revela también que en la mayoría de los casos que esta institución atendió, el abuso sexual ocurre entre los 12 y 17 años.,La denuncia de una violación sexual no es más que el final de toda una cadena de hechos casi o igual de aterradores. Así lo revela un reciente estudio realizado por el antropólogo y docente de la Pontificia Universidad Católica (PUCP), Jaris Mujica, quien señala que el abuso íntimo a una mujer adolescente forma parte de una trayectoria de victimización que se inicia en el fin de la infancia o inicio de pubertad y toma fuerza e intensidad con el paso de los años. PUEDES VER: Sociedad Peruana de Psicoanálisis ofrece terapias gratuitas a mujeres violentadas Para llegar a esta conclusión, el también especialista en Criminología de la Universitat Pompeu Fabra (España) reconstruyó y analizó la trayectoria de 128 mujeres peruanas que fueron violadas cuando tenían entre 16 y 17 años. Los resultados obtenidos, publicados en la Revista de Victimología bajo el nombre "Victimización sexual múltiple y patrones de victimización en casos de violación a mujeres adolescentes en el Perú", señalan que los primeros indicios de violencia se dan a una edad temprana, cuando las afectadas no superaban los 14 años de edad (ver infografía), y que los ataques sexuales llegan a su cúspide cuando la agredida es una adolescente. Este patrón se repite en casi todos los incidentes estudiados. Esta información complementa la data del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) que en su último reporte de casos atendidos por los Centros de Emergencia Mujer detalla que de los 3.123 casos atendidos de violaciones sexuales, el 46,7% corresponde a adolescentes entre los 12 y 17 años, el 25,7% a niñas entre los 6 y 11 años, y el 10,7% a jóvenes entre los 18 y 25 años. Por otro lado, Mujica demuestra que en el 86% de los casos denunciados, la víctima ya había sido abusada al menos una vez, en el 71% existió un intento de violación, en el 84% hubo tocamientos sexuales no consentidos y en el 78% se dieron insinuaciones, propuestas o amenazas con el objetivo de lograr el intercambio sexual. "Hay una secuencia de múltiples hechos de victimización sexual en su historia de vida (de la víctima), así como un patrón de violencia sexual asociado a un agresor del entorno de la víctima (familiar, residencial, escolar, etc.). Esto sugiere, al menos, un elemento relevante: los primeros hechos de victimización pueden ser predictores de los hechos posteriores. Por lo tanto, la detección de hechos de violencia sexual a temprana edad puede ser determinante para evitar una trayectoria 'in crescendo'", explicó Mujica a la revista Punto Edu. Sobre agresores Sobre el victimario, el estudio ratifica lo que varias instituciones ya han hecho público: los agresores, en su mayoría, pertenecen al entorno familiar, residencial o de tránsito de la víctima. Son varones, jóvenes o adultos y en un gran porcentaje de los casos estudiados existe una desproporción física entre el violador y la víctima. En casi todos los casos estudiados los agresores miden entre 20 cm y 30 cm más que la víctima y pesan entre 15 kg y 30 kg más. Sin embargo, estas condiciones no son utilizadas para agredir físicamente a las adolescentes y lograr el sometimiento de la víctima. Por lo general, el agresor opta por el uso de las amenazas y la coacción psicológica. "La evidencia sobre la proximidad de los agresores y la víctima refuerza los resultados de varios estudios precedentes, pero agrega un elemento relevante: muestra una tendencia importante en la que un solo agresor (o uno constante y uno ocasional) se mantiene en el tiempo", concluye el estudio. El periodo vulnerable Si bien hoy se estima que la etapa más frecuente de victimización de una mujer se ubica entre la adolescencia y la etapa adulta, Mujica asegura que las investigaciones en criminología y victimología del desarrollo lo desmiente, ya que se ha demostrado que "es la infancia y la adolescencia temprana el periodo más vulnerable", porque en esos años aparecen los primeros indicios de violencia sexual, muchas veces precedentes de abusos futuros. "Por lo tanto, es posible pensar que la detección temprana de hechos de violencia sexual puede implicar el desvío de una trayectoria larga de victimización o de la curva in crescendo de victimización", sostiene. Esta información se da a conocer días antes de la marcha #NiUnaMenos, a realizarse este 13 de agosto la cual pide el cese definitivo de la violencia de género en el país. #NIUNAMENOS La marcha #NiUnaMenos del 13 de agosto empezará a las 3 p.m. en el Campo de Marte, continuará por la Av. de la Peruanidad e irá en dirección a la Plaza Bolognesi, ingresará por la Av. 28 de Julio. Luego, por las Avs. Garcilaso de la Vega y Nicolás de Piérola hacia la Plaza San Martín, seguirá por Manco Cápac y Miguel Grau hasta llegar al Palacio de Justicia. Cindy Arlette: “El Estado debe brindar atención psicológica inmediata” Las mujeres que son víctimas de cualquier forma de violencia requieren "atención psicológica inmediata", servicio que debería ser brindado por el Estado de manera oportuna, dijo a La República Cindy Arlette Contreras, joven que fue brutalmente agredida por su ex pareja en julio del 2015. "A mí me dan cita cada dos meses, lo que es terrible porque nosotras necesitamos ayuda, un refugio a donde acudir (...). El gobierno debería tener programas de casas-refugio que estén en buen estado y que sean de acceso sencillo", reflexionó. En tal sentido, asegura que no solo se trata de tener servicios psicológicos de calidad, sino estrategias de prevención y un sistema de justicia que sancione con severidad a los agresores. En su caso, el acusado Adriano Pozo fue sentenciado a un año de prisión suspendida, por lo que hoy está libre. El jueves pasado, en una entrevista a la revista Caretas, él aseguró que el ataque contra Arlette fue "un error" y trató de justificarse al asegurar que ella lo "agredió emocionalmente" por confundir su nombre con el de otra persona. "Es inconcebible que ahora intente hacerse la víctima. Es muy injusto que en muchos casos de violencia contra la mujer se intente trasladarnos la culpa a nosotras para que ellos queden como víctimas. No se puede permitir que eso siga sucediendo", reclamó. Según dijo, la intención de culparla se hizo evidente durante el proceso judicial, que en la actualidad se encuentra en fase de apelación en una segunda instancia. "En ningún momento ha reconocido los hechos. La defensa incluso ha insinuado que el video (donde se ve la agresión) ha sido manipulado. Han tenido ese descaro", se quejó con indignación. No quedarse callada Para llamar la atención sobre estos problemas, Arlette considera importante que cada vez más mujeres se sumen al movimiento "#NiUnaMenos", cuyo objetivo es hacer visible la violencia de género en todas sus manifestaciones. "Ser víctimas de delitos tan graves como tentativas de feminicidio o violación, como en mi caso, afecta bastante nuestra intimidad, pero es hora de no quedarse calladas, de enfrentar el problema y dar la cara para erradicar la violencia y el machismo que nos afecta todos los días", declaró. La movilización se realizará el 13 de agosto. La concentración será a las 3:00 p.m. en el Campo de Marte, en Jesús María. Cipriani pidió perdón pero protestas no cesan Un grupo de activistas llegó ayer hasta el frontis de RPP Noticias en San Isidro para mostrar su rechazo a las declaraciones del cardenal de Lima, Juan Luis Cipriani, quien el sábado pasado señaló que "muchas veces la mujer se pone como en un escaparate, provocando". Días después, el cardenal pidió perdón si las mujeres se habían sentido ofendidas con sus frases. El viernes reiteró sus disculpas. Con carteles en mano, el colectivo solicitó a la empresa de radio y televisión cancelar el programa semanal del sacerdote, 'Diálogo de fe'. "El cardenal ha violado el Art. 3 del Código de Ética de la Sociedad Nacional de Radio y Televisión. Y no es la primera vez que lo hace, tiene antecedentes con este tipo de comentarios", señaló Milagros Brugman, organizadora del plantón. Según el artículo al que hace referencia, los servicios de radiodifusión se rigen por los principios de la defensa de la persona humana y a su dignidad; la libertad de expresión y opinión; el respeto al pluralismo informativo, político, religioso, social y cultural. Por esta razón anunciaron que ingresarán la próxima semana una queja formal ante la Sociedad Nacional de Radio y Televisión.