No solo ocasiona atolladeros en calles y avenidas aledañas, y no deja dormir a los vecinos, sino que el bypass de 28 de Julio también dejó sin agua por más de 72 horas a 14 distritos. Los cuestionamientos a una obra que en los próximos días se abrirá al tránsito limeño. , Trabajadores con uniformes amarillos y las iniciales OAS en la espalda trabajan por estos días en los acabados del bypass de la avenida 28 de Julio, en el Cercado de Lima. “¿Cuándo van a abrir la pista al tránsito?” preguntamos a uno de los obreros -casco, lentes y chaleco fosforescente- que aplana el terreno de una parte de la pista con una máquina. “En una o dos semanas. Falta el asfalto de esta parte nomás”, responde muy seguro, señalando la primera cuadra de Garcilaso de la Vega. La obra, que el alcalde limeño Luis Castañeda ha llevado a cabo contra las protestas de vecinos y numerosos colectivos, casi está terminada y se abrirá al público en los próximos días. Según el propio alcalde, esta misma semana. Es la construcción más criticada de cuantas ha realizado en esta nueva gestión y ha sumado una acusación más a la larga lista de cuestionamientos que se le han hecho en estos meses. Dejó sin agua por tres días a la población de 14 distritos de Lima. La operación que provocó la restricción era la siguiente: se debía mover una tubería matriz que atravesaba en línea recta parte de la rampa del bypass a la altura de la cuadra 18 de Garcilaso de la Vega, entre la Universidad Las Américas y el Parque de Lima. Se iba a cortar ese tramo y hacer empalmes a cada lado de la pista para rodear el paso a desnivel a lo largo de 150 metros. Pero ocurrió que cuando terminaron los trabajos y se soltó el agua, el empalme del lado de la universidad dejó escapar líquido. El corte de agua, que iba a ser por 24 horas, duró tres días. El equívoco de culpar a Sedapal y no a OAS se debió a que funcionarios de la empresa de agua aparecieron en enlaces microondas explicando lo que se iba a hacer. En TV un funcionario de Sedapal llegó a decir: “Los trabajos tomarán 24 horas. Tenemos todo programado para ejecutar dentro de ese plazo”. Fue un error atribuirse una obra que solo asesoraban. Ahora Jorge Gómez, gerente comercial de Sedapal, dice que “los abogados de la empresa evalúan las acciones que adoptarán para sancionar a OAS”, la contratista responsable de lo ocurrido. Hasta el momento OAS y la municipalidad de Lima no han declarado nada sobre el tema. No es nuevo: ha ocurrido siempre, cada vez que los cuestionamientos contra la obra aparecen. El último jueves y viernes, los trabajadores de la empresa brasileña terminaban de cerrar -con concreto y ayudados por maquinaria pesada- los dos puntos donde se hicieron los empalmes de la tubería matriz. Vecinos afectados Una vecina del edificio ubicado en la esquina de Garcilaso con 28 de Julio nos permite entrar y subir para hacer tomas panorámicas desde los pisos altos. "¿Esta de acuerdo con la obra?", le preguntamos. "Habrá que esperar a ver si no hay atolladeros -dice cautelosa-, pero lo que sí hemos sufrido todos estos meses es la bulla que hacen la maquinaria y los obreros día y noche", dice antes de ingresar a su departamento. Los vecinos fueron los primeros en quejarse cuando, de la noche a la mañana, OAS levantó su campamento en el lugar. El ruido y el caos vehícular fueron las primeras razones. Después, los vecinos del edificio 'Angélica y María Jesús', ubicado en la cuadra 2 de República de Chile presentaron un recurso de amparo porque sus 72 cocheras fueron afectadas. "Los vecinos de los edificios circundantes han presentado dos recursos de amparo según conozco", explica el regidor Hernán Núñez. Ellos también denunciaron la forma en que la municipalidad de Lima trató el retiro de los tanques subterráneos de los grifos que existían en 28 de Julio, frente a las avenidas Arequipa y Petit Tohuars. Hay un protocolo para retirar esos tanques porque podrían contener restos de combustible, pero no fue cumplido. "El ministerio de Energía y Minas declaró improcedente su plan de retiro de grifos. Pero OAS los sacó con una grua, sin las mínimas medidas de seguridad. Ni siquiera cerró la calle", dice Nuñez. Un vecino hizo una filmación en donde se ve a gente y vehículos pasando normalmente. El regidor opositor también llama la atención sobre otro aspecto importante para la gente que vive alrededor: "Un informe de la propia gerencia de Defensa Civil de la Municipalidad de Lima, sugiere hacer un estudio para determinar el impacto de la construcción en las edificaciones aledañas. Un forado de esas magnitudes puede afectar las estructuras de los edificios y parece que no se ha cumplido con ello", dice. Un vecino, del edificio de 28 de Julio con Garcilaso, nos contó que OAS envió una carta para realizar la evaluación allí. Tránsito pesado Desde que las obras empezaron, hace ya un año, el atolladero vehicular que se presenta en las avenidas de la zona es infernal. A partir de esta semana, o la siguiente, podrían abrirse los carrilles subterráneos del bypass y el paso por 28 de Julio. El boulevard que habrá a lo largo de esta avenida y que unirá el Campo de Marte con el Parque de Lima, aún tiene mucho retraso y estaría listo para junio, según la Municipalidad de Lima. Hoy esa parte todavía sirve de campamento y se mantiene cerrada. En todo el año de iniciadas las obras, las objeciones de los vecinos y colectivos han sido de diverso tipo. El regidor Núñez comenta que desde que se anunció el bypass solicitaron formalmente ante la Gerencia de Promoción Privada de la municipalidad -encargada de monitorearla- conocer su costo total, considerando que usaría el fideicomiso que estuvo destinado al proyecto Río Verde. "Se nos dijo que responderían por escrito. Pero ha pasado un año y todavía no sabemos cuanto le cuesta a la ciudad", explica. Otra crítica que se ha hecho desde la oposición es que las obras se iniciaron sin ninguna autorización, sin estudios de impacto ambiental o vial y con un expediente técnico que no se ajusta a la obra final. Según el regidor Núñez, simplemente iniciaron las obras y después han ido regularizando. "También hemos solicitado el sustento de la obra, es decir porqué era necesaria. Pero tampoco, nunca nos lo dieron", cuenta Nuñez. Desde el lado de los arquitectos y urbanistas las críticas responden a que Castañeda nunca habló del bypass en su plan para Lima y la construcción no responde a un plan integral para la ciudad. El arquitecto Juan Carlos Zapata, que ha participado con el colectivo 'Toma el bypass', dice que en otros sitios de Lima los bypasses no han funcionado, como ha ocurrido con los de las avenidas Habich y Universitaria. También dice que la obra va en contra de las propias ordenanzas de la municipalidad por estar en una zona monumental. Hay más objeciones, pero la Municipalidad de Lima también ha esgrimido sus razones para hacerla: la falta de infraestructura vial y la necesidad de agilizar el tránsito en la zona. Siempre ha asegurado que eso va a ocurrir cuando la vía esté operativa. Lo que queda es ver si la realidad le da razón. "El principal problema de Castañeda es que hace lo que le da la gana", dice Nuñez. En medio de esas críticas, que no han amainado en todo este año, ocurrió el incidente del corte de agua por tres días. "Ahí Sedapal se demoró mucho en dejar de asumir la responsabilidad. Salía su vocero a dar explicaciones por la falta de agua y los verdaderos responsables, que eran OAS y con ella la municipalidad de Lima, no han dado la cara", refiere Nuñez. Por el momento las obras terminadas en el lugar son puro cemento. Del boulevard y todo el verde prometido hace un año, todavía no hay ni rastro.