Golpe. En Chiclayo, los empresarios Carlos y Samuel Roncal son acusados de pagar a los sicarios que mataron al auditor de la Sunat, Luis Cieza, en diciembre del 2015. El operativo se produjo la madrugada del jueves para detener a implicados en doce asesinatos.,El más notable de los detenidos en un gran operativo que iniciaron la Policía y el Ministerio Público la madrugada del pasado 3 de noviembre en Chiclayo fue el empresario Samuel Roncal Miñano, junto con una veintena de delincuentes, miembros de la denominada La Hermandad del Norte, a quienes se atribuye la autoría de doce asesinatos. PUEDES VER: Crimen de funcionario estaba planificado desde mayo El clan del norte Roncal, junto con su hermano Carlos, dueños de empresas investigadas por la SUNAT, fueron hasta hace poco administradores de Agro Pucalá, una de las conflictivas compañías azucareras de Chiclayo. Ellos pertenecen al Consorcio Líder Azucarero del Norte (CLAN), junto con otros comerciantes poderosos de la región. Es público que varios importantes líderes azucareros –entre ellos el ex presidente del club Juan Aurich y cabeza de la FPP, Edwin Oviedo, y el presidente de la Cámara de Comercio de Chiclayo, Olivio Huancaruna–, fueron pre investigados por su posible conexión con asesinatos, pero es la primera vez que la acusación contra uno de ellos será hecha con pruebas. La Sunat se olvida La Fiscalía contra el Crimen Organizado de Chiclayo, dirigida por Juan Carrasco, y un reducido grupo de policías, construyeron un caso a partir del testimonio de sicarios que participaron en hasta cuatro intentos de asesinatos contra Cieza durante 2015. Un enlace entre ellos y los empresarios del CLAN testificó bajo anonimato que participó en una reunión en la que los hermanos Roncal ordenaron asesinar al auditor. Cieza estaba a cargo de investigar a los hermanos en la oficina de la SUNAT en Chiclayo. Todos los funcionarios de la SUNAT, sin embargo, declararon durante las investigaciones que no estaban investigando a los empresarios acusados, se ignora si por temor u otro motivo. Pero la policía encontró sobradas evidencias documentales, tras estudiar la computadora de Cieza, de que los jefes de la víctima y varios de los funcionarios estaban al tanto de las investigaciones. Lavado de dinero Aún más, Cieza entregó un informe sobre una presunta defraudación tributaria de Samuel Roncal a la fiscal de lavado de activos Ana Zegarra, quien realiza una investigación reservada. El documento fue entregado a pedido del Ministerio Público. Cieza estaba terminando una investigación sobre el grupo empresarial vinculado a los Roncal, a fin de determinar acusaciones por lavado de dinero que podrían implicar a otros socios de los hermanos acusados. De acuerdo con fuentes de la fiscalía, esta investigación ya había sido entregada por Cieza, pero la SUNAT lo ha negado. En todo caso, el crimen se hizo para impedir que el informe sobre varios grandes del comercio azucarero de Chiclayo se conociera. De modo que los supuestos perjudicados con la indagación no eran solo los Roncal. La policía tiene la versión de un informante, aún no corroborada por otras manifestaciones, de que varios empresarios azucareros decidieron el asesinato de Cieza, y que fueron los Roncal los encargados de contratar a los sicarios. Primeros intentos Cieza, de 43 años, trabajaba en la SUNAT de Chiclayo en la posición de auditor. Fue asesinado a las 18:15 horas del 23 de diciembre del 2015, frente al edificio en que vivía, en la avenida Grau 925, urbanización Santa Victoria. Sufrió un primer intento de asesinato el 24 de agosto de ese año. Antes hubo otras tres tentativas. En la primera ocasión, los sicarios, Ayrton Usñahua García, de 21 años, y Paolo Pérez Caipo, de 26, fueron capturados por la policía cuando vigilaban al funcionario. Tenían un revólver con seis cartuchos, que les fue enviado por Segundo Ocas Chuquiruna,‘Chino Ocas’, desde el penal de Tumbes. Desde entonces Usñahua y Pérez están detenidos en Chiclayo. En junio del 2015 se produjo un segundo intento. Una mañana, los sicarios Jorge Díaz Pérez, alias ‘Toyo’, y Alexander Salas Velásquez, conocido como ‘Loquillo’, recibieron el aviso de Ángel Guerrero Rodríguez, ‘Ñoño’, quien vigilaba el domicilio de Cieza. ‘Ñoño’ lo vio salir, pero los sicarios llegaron tarde. Tercero y cuarto Por la noche del mismo día, hubo una múltiple vigilancia. Un hombre de confianza de los Bernal, Alexander Siesquén Sampén, ‘Cojo Alex’, vigilaba a Cieza en las inmediaciones de la SUNAT de Chiclayo. Lo acompañaba Wilson Huamán Serván, alias ‘Charapo’. ‘Ñoño’ seguía en el domicilio de la víctima. El ‘Cojo’ Alex avisó a ‘Ñoño’ cuando Cieza salió de su oficina, y los sicarios lo esperaron en la calle Talara, una de las calles laterales de su edificio, donde el funcionario de la SUNAT guardaba su auto. Pero Cieza cambió de rumbo y el atentado se frustró. El 23 de diciembre no fallaron. Joseph Salazar Silva, ‘Periquito’, de 23 años, fue el autor de los disparos. Fulgencio Rivera Maza, alias ‘Zurdo’, manejó la moto lineal empleada en el crimen. Los acompañaba Wilson Huamán Serván, de 41 años, ‘Charapo’. Cieza murió de disparos en el cuerpo. Las investigaciones determinaron que los sicarios habían actuado al servicio de los hermanos Epifanio Sánchez Calderón, 42, Baldao; y Hernán Sánchez Coronel, 49, ‘Ñato’. Ambos han sido ambos capturados durante el operativo de los últimos días. ¿Pero quién había contratado a los contratadores? El sicario confiesa Lo había hecho el ‘Cojo’ Alex, por encargo de los Roncal. La Fiscalía de Crimen Organizado de Chiclayo obtuvo los primeros indicios cuando un detenido brindó información sobre una organización de sicarios, la Hermandad del Norte, comprometida en varios asesinatos. El detenido había participado en uno de los intentos de asesinato contra Cieza, por “encargo de los azucareros”, que “querían matar a alguien de la SUNAT”. Este y otros informantes, que han declarado bajo reserva y no pueden ser identificados, acreditan que los hermanos Sánchez contrataron a los sicarios que inicialmente quisieron asesinar al funcionario público. Uno de los testigos asegura haber estado en una reunión entre los hermanos Roncal y el ‘Cojo’ Alex, para cometer tres asesinatos, el primero de ellos de Luis Cieza. Este testimonio, sumado a los anteriores, originó el operativo de la semana pasada. La amplitud se debe a que los Sánchez, entre otros, tenían en su haber doce víctimas. Buscando a Carlos Carlos Roncal estaría más comprometido que su hermano, pero hasta el cierre de esta edición está prófugo. Tampoco fue capturado el ‘Cojo’ Alex. La investigación del asesinato de Cieza es la punta del iceberg de un especial tipo de crimen organizado en Chiclayo, donde las empresas azucareras y las comercializadoras constituyen un poder económico, judicial y policial que estaría por romperse. La clave es el esclarecimiento de decenas de asesinatos cometidos desde hace quince años por conflictos comerciales y de otra índole, en cuyo contexto proliferaron bandas delincuenciales diversas, hermandades que cuando caían eran inmediatamente reemplazadas por otras. (Mañana: El principal investigado por lavado, hermano de un congresista de PPK).