Cinco años de intervención estatal. Recuento de un fracaso: Cienciano de baja, Boys desaparece, Alianza Lima no paga. Gremco nombra a la administración de Universitario de Deportes. La Sunat impugna.,Cuando comenzó el gobierno de Ollanta Humala, la Sunat se metió a administrar cinco clubes de fútbol por una decisión política. Aunque se ha hablado hasta la saciedad de la conexión entre la ex superintendente Tania Quispe y su prima Nadine Heredia, de acuerdo con fuentes confiables, esta fue una medida que se incubó en el equipo técnico de la institución. Como iban las cosas, los clubes le iban a seguir debiendo cada vez más a la Sunat sin revertir su alarmante situación. Hacerse cargo de ellos, siendo el Estado el principal acreedor, tenía sentido. Aunque para eso se requería un análisis político, tal como hizo el Grupo Oviedo cuando asumió el Juan Aurich de Chiclayo. Fue una buena lavada de cara. PUEDES VER: Alfredo Thorne: “Queremos una Sunat que el contribuyente ni la sienta” Así, si la Sunat intervenía y remataba los activos de los clubes para cobrarse, ponía a las hinchadas en contra del gobierno. Quizá por las puras. ¿Y si los bienes se vendían mal o las operaciones se complicaban? Era mejor ofrecer una salida, y al final podrían ganar todos. La intervención de la Sunat representó entonces dos cosas. Tanto una forma en la que el Estado cautelaba su deuda, como una esperanza de un mejor manejo empresarial. Han transcurrido casi seis años y cabe hacer un balance. ¿La Sunat protegió su deuda? ¿Fue una efectiva tabla de salvación? Dos preguntas que ya ni se preguntan. El mayor deudor Universitario de Deportes sigue siendo el mayor deudor tributario, con casi cincuenta millones de dólares, algo más de lo que debía pagar en 2012. Alianza Lima debe la quinta parte de eso, también como antes, pero sin los problemas adicionales de la 'U'. Por la construcción del estadio Monumental, la 'U' le debe a Gremco más que a la Sunat: 26 millones de dólares por el capital y 31 por intereses: 57 millones de dólares que convierten a Gremco en la principal acreedora y dan la base para que ahora haya tomado la administración. Hay toda una historia detrás de la manera en que la 'U' vio acrecentada su deuda con la constructora. Pusilánimes dirigencias contrataron mal y luego terminaron perdiendo un laudo arbitral que consolidó la posición de su acreedor. Este año, tras el cambio de gobierno, la nueva administración de Indecopi resolvió que Gremco tiene derecho a los intereses que reclamaba. Pero, en el fondo, Universitario de Deportes tiene activos suficientes para afrontar su crisis. El Monumental vale unos 200 millones de dólares. El predio de Campo Mar, en Lurín, que por ahora valoriza poco, costará otro tanto cuando la zona se vuelva urbanizable. De modo que si vendiera Campo Mar se quedaría con el Monumental y el Lolo Fernández y aún le sobraría dinero. ¿Por qué entonces no se hizo un plan con esta perspectiva? La mayoría imposible Una razón es que para reestructurar el club, la Sunat necesitaba una mayoría de 66% de votos en la Junta de Acreedores, proporción que jamás alcanzó. Gremco, el segundo acreedor antes de que en este año el Indecopi le reconociera los intereses, no aceptó su plan de reestructuración. El cual, por cierto, no incluía venta de nada, solo el pago a acreedores con ingresos corrientes. Gremco no apoyaba el plan porque adujo que de esa manera nunca cobraría. La situación quedó congelada hasta que Gremco obtuvo mayoría y dio el golpe. ¿Por qué no quería vender la Sunat? La respuesta deriva de la contradicción que la circunstancia imponía. Si la Sunat se pagaba, perdía el control del club a manos de su rival, Gremco. Esta situación no se ha dado en un club como Alianza Lima: aunque debe menos a la Sunat, solo tiene el estadio Alejandro Villanueva como activo. Como no había otro fuerte acreedor, los administradores nombrados por la interventora aprobaron un plan de reestructuración a 15 años, que no contempla vender el único bien de la familia, y se basa en sus ingresos corrientes. Hasta ahora, estos solo alcanzan para pagar al plantel, mas no la deuda concursal. Un saldo negativo Antes de volver al tema de la 'U', es oportuno apreciar la situación del conjunto de clubes intervenidos. Cienciano se precipitó a la Segunda División. El Sport Boys está a punto de desaparecer. Alianza Lima no tiene cómo pagar su deuda, y la 'U' es un polvorín desde que la Sunat impugnó, el 25 de octubre, al nuevo administrador nombrado por Gremco. De este quinteto, el único que está bien es el Melgar, porque la administradora, Carrizales & Vidal, le vendió la deuda a un inversionista. Era de solo un millón de dólares. Si la intervención de la Sunat en la 'U' y Alianza Lima era comprensible, ¿por qué se produjo en el resto? Melgar, como vimos, le debía muy poco, y podía pagarle vendiendo a un jugador. Cienciano debía entre tres y cuatro millones de dólares. El Boys, cuatro o cinco millones. Deportivo Municipal hubiera estado en el grupo si en 2012 no hubiera estado en las divisiones inferiores. Jugaba en la Liga del Cercado. Si hubiera competido en primera, cargaría deudas y lo habrían metido en la bolsa de la Sunat. Ahora Municipal es un ejemplo: no debe, tiene a sus jugadores al día y está a punto de clasificar a la Copa Sudamericana. En el caso de la 'U', habría que considerar otra circunstancia: no tuvo buenos administradores. Dos de los tres, por lo menos, no daban la talla. Los depredadores Es frecuente que las administradoras chupen la sangre a una empresa sometida a un proceso concursal. Esa es la fama de Right Business, la primera que asumió la 'U' en 2012. Hacia 2014, el club debía cinco millones de dólares más. Cuando la Sunat cambió a Right Business por Fernando Bravo de Rueda, este hombre quiso defender los intereses del club antes que los de la superintendencia y chocó contra sus empleadores. El gobierno dio una norma que otorgaba determinados beneficios a empresas que debían a la Sunat, pero como podía favorecer a los clubes de fútbol intervenidos, mediante otra disposición los excluyó. Bravo de Rueda impugnó judicialmente la medida. A la larga tuvo que renunciar. La nueva administradora, Solución y Desarrollo Empresarial, retomó la controversia con Gremco, impulsando incluso medidas cautelares contra el laudo arbitral que otorga a la constructora mayoría en la junta. La Sunat ha impugnado a la nueva administración. Es una batalla más de las varias que Gremco mantiene con el Estado. Pero, a la larga, la Sunat y Gremco deben ponerse de acuerdo para aprobar un plan de reestructuración en un plazo perentorio. Lo contrario sería producir la liquidación del club. Mirando hacia atrás, ¿Universitario está peor o mejor que hace cinco años? Diríase que lo último, porque debe más, ha acumulado nuevas deudas y la decisión ya no depende de sus socios, sino del tira y afloje de dos interesados con posiciones irreconciliables. En todo caso, la Sunat terminó perdiendo el partido, aunque falten algunos minutos de descuento.