El Perú atraviesa un conjunto de problemas que el gobierno (Ejecutivo y Congreso), las fuerzas políticas, económicas y sociales tienen que enfrentar y resolver. Los enumero brevemente: El gobierno está trabado, la economía está casi paralizada, la gente está y se siente insegura y atemorizada, la lucha contra la corrupción no está siendo bien conducida, la reconstrucción del norte es lenta y parcial, el país está polarizado. Aunque estos problemas, unos más que otros, son importantes, el prioritario es la trabazón del gobierno porque si esta se resuelve, los diversos actores tienen mejores condiciones políticas para enfrentar y resolver los otros problemas. En qué consiste este problema? En lo siguiente: los resultados electorales del año pasado produjeron un gobierno dividido en el que el Ejecutivo está en manos de PPK y el Congreso en manos del fujimorismo cuya lideresa es KF. El Poder Ejecutivo en el Perú, a diferencia de otros presidencialismos, está sometido a un conjunto de controles parlamentarios (voto de investidura, censura a ministros, injerencias diversas en la administración pública) que lo traban y generan ingobernabilidad. El problema no radica en el gobierno dividido sino en la forma de gobierno: el presidencialismo parlamentarizado peruano que Sartori erróneamente coloca en el semiparlamentarismo. Hay otros problemas que derivan del gobierno dividido y del uso abusivo de la mayoría parlamentaria que, en la práctica, la convierten en dictadura parlamentaria. La negación de los derechos a las minorías sexuales y la voluntad de imponer las creencias religiosas de grupos minoritarios de católicos y protestantes a todos los peruanos a través de leyes del Congreso constituyen claras violaciones a la Constitución y a la ley. La democracia de regla de mayoría consiste en que la mayoría decide respetando los derechos de las minorías y sin afectar los derechos fundamentales de los ciudadanos. La democracia de regla de mayoría se somete a la regla de reglas: la Constitución. Hay dos maneras de resolver esta trabazón del gobierno: el diálogo y la confrontación. El diálogo en este caso, para ser productivo, tiene que ser entre PPK y KF sin intermediarios y en Palacio de Gobierno. El primer tema de agenda tendría que ser la destrabazón del gobierno, con la clara comprensión de que la solución definitiva es una reforma constitucional de la forma de gobierno (presidencialismo parlamentarizado), pero con la decidida intención de encontrar ahora algunas fórmulas viables que acaben con el acoso parlamentario al gobierno para darle gobernabilidad al país. Si el diálogo fracasara, PPK debiera estar decidido a usar la confrontación que no es la guerra sino que consiste en la apelación al recurso constitucional que limita el accionar de la mayoría parlamentaria fujimorista a través de la exigencia del voto de confianza al gabinete. Si los dos caminos fracasaran, entonces seguiremos con un gobierno dividido a la deriva que acelera su deterioro y que pierde legitimidad y que puede acabar con el grito ciudadano de desesperanza: ¡Que se vayan todos! Por eso, no hay que tomar a la ligera ni mirar con sospecha el diálogo entre PPK y KF. El destino del país está en juego.