Las delaciones brasileñas parecían camino de agotarse, pero acaban de dar un respingo desde unas anotaciones de Marcelo Odebrecht. Es un texto más bien telegráfico, lleno de alusiones a políticos peruanos, oportunidades comerciales y de cosas por hacer. El típico recordaris de un ejecutivo en movimiento. El hallazgo de la policía brasileña, y publicado aquí por IDL Reporteros, es brevísimo pero denso. Tan así que la prensa local lo está tratando en el modo condicional y con la palabra supuesto. Dos novedades destacan: la abreviación AG aparece dentro de una serie de nombres de políticos peruanos, y el nombre Keiko figura con todas sus letras. Esta última parte es clara: “aumentar Keiko para 500 e eu fazer visita”. Es decir: aumentarle a Keiko a 500 y yo hacer una visita”. IDL estima que la nota es de fines del 2010 o comienzos del 2011, es decir en el fragor de una campaña electoral. Fuerza Popular ha dicho que su ex candidata no conoce a Odebrecht ni ha recibido nada de él. En efecto este tipo de anotación, intensamente privada, siempre se presta a interpretaciones. Aumentarle puede significar añadirle dinero a un donativo ya hecho, hasta completar 500. Pero también puede significar mejorar una oferta, que puede haber sido aceptada o no. Tema para lingüistas forenses. En cierto modo Nadine Heredia ahora tiene una socia en lo de las acusaciones, pues una parte de su caso reposa sobre la interpretación de unas anotaciones privadas (en este caso las suyas). Lo anotado al vuelo no siempre es recordado por quien lo escribió. Apunta en una dirección, pero no siempre demuestra, y tolera variadas lecturas. Una lectura más amplia de la anotación da a entender que Odebrecht está repartiendo fondos electorales: una yapa o una mejor oferta para Keiko, en ese momento la virtual ganadora, y un signo de interrogación en “Humala?”, a quien no se le veía posibilidades de ganar sino hasta su alianza con la derecha en el último momento. En el caso de Odebrecht, sería de suma utilidad que aclarara su enrevesado automensaje. Podría comenzar haciendo memoria, fundamentada en la medida de lo posible, sobre si se reunió con Keiko o no. De no ser así, por lo menos con quién o con quiénes se pudo reunir en Lima. Una presencia tan importante no puede pasar inadvertida.