Abandonar el acuerdo de París está siendo visto como un grave error, y pura política. Donald Trump sigue decidido a afirmarse con desplantes, esta vez virtualmente al mundo entero. Si bien no hay sanciones formales por dejar el acuerdo del 2015, el descrédito de los EEUU va a mantenerse mientras dure la decisión.Las reacciones han sido instantáneas. Un comunicado conjunto China-Unión Europea emitido ayer confirma los compromisos del 2015 y anuncia que cooperarán para escalar y acelerar su implementación. Con esto el cambio climático ingresa a la política de las grandes ligas mundiales, un involuntario favor que le hace Trump.Por su parte el secretariado de la ONU lamenta el anuncio de Trump y se declara “dispuesto a entrar en diálogo con el gobierno de los EEUU acerca de las implicaciones de su anuncio”. Se espera que si Washington acepta dialogar, tendrá que presentarle al mundo algunas explicaciones técnicas sobre la decisión tomada.Los primeros análisis hacen hincapié en la oportunidad que tiene Beijing de asumir el liderazgo en el tema. Los compromisos de China son serios pues luego de decenios de hacer la vista gorda, ahora el país está sintiendo con fuerza el costo ambiental. Además la oportunidad geopolítica es evidente, como muestra el comunicado conjunto de ayer.El objetivo interno de Trump es sobarle el lomo a alguna de sus bases en el Partido Republicano, sectores de arraigado negacionismo. Pero esto a su vez crea más división en el país. Importantes Estados, ciudades y empresas han ratificado su apoyo al compromiso de París. Una nueva versión de lo sucedido con la ley migratoria.Pero para Trump la resistencia de parte de la población y los negocios son menos importantes que mantenerse cerca del Partido Republicano, cuyo control del Senado es la barrera que mañana podría salvarlo de la acusación constitucional (impeachment), con la que se le viene amenazando desde el primer día.Lo que Trump está logrando es ahondar el aislamiento diplomático de los EEUU. El paso de la indiferencia al cambio climático hacia problemas en el sistema de libre comercio es corto. También por eso veremos a cada vez más empresas estadounidenses aferrarse a las normas acordadas en París, y declararlo al mundo.