¿Por qué Keiko Fujimori sube cuatro puntos en la encuesta GfK de mayo, luego de dos meses de estancamiento? Quizás la está ayudando haber seguido el consejo de su hermano Kenji, quien sube cinco puntos. El consejo consiste en concentrarse en el pedido de libertad para Alberto Fujimori, una causa popular en las encuestas. El tema es algo revitalizador, pero no tiene muchas posibilidades. Entre otras cosas porque el consejo del hermano está siendo seguido de manera incompleta. Da la impresión de que Kenji Fujimori imagina una solución dentro de un esquema de acercamiento FP-PPK, y lo que estamos viendo es una estrategia de confrontación. El problema de Keiko Fujimori es que necesita las dos cosas: haber vuelto a interesarse por la libertad del padre la beneficia, pero también necesita el clima de ofensiva mototaxista, que luego de la derrota del 2016 se ha vuelto el símbolo de su liderazgo. El hábeas corpus ha descolocado al hermano, pero acaso no por mucho tiempo. Confrontar al Ejecutivo es un arma de alcance limitado. Digamos que puede herir, pero no puede matar, y afecta al confrontador. El escenario de una docena o más de ministros censurados sería simplemente ridículo. Lo mismo soltar un huaico de leyes frente a las cuales el Ejecutivo puede arrastrar los pies. Hay muchos comentarios en el sentido de que el Ejecutivo es políticamente torpe, y algunos de ellos tienen razón. Pero también hay que fijarse en el poco sentido de las iniciativas estratégicas del fujimorismo, que suelen pintarlo como un club de amigos buscando tareas políticas provechosas, y rara vez encontrándolas. Dedicarse a ganar simbólicamente la elección que ya pasó no es una buena estrategia para ganar la próxima elección. Por lo pronto la confrontación está desgastando a sus dos protagonistas, creando vacíos que a la vez son públicos electorales interesados en otra cosa. El 2021 no puede ser una repetición del 2016, para nadie. Un problemita más: el consejo del hermano no es una estrategia para ganar el 2021, sino para obtener la libertad de su padre. El peso político de un Alberto Fujimori suelto en plaza es una cantidad desconocida. Confrontar a Pedro Pablo Kuczynski es la mejor manera de no tener que llegar a conocerla. La espada y la pared, una vez más.