La congresista Aramayo y el mal uso del periodismo.,Más increíble que presentar un proyecto contra la libertad de expresión, que recuerda su pasado en la degradación de la prensa, es que el fujimorismo haya elegido para defender la iniciativa a quien, según sólidos testimonios presentados, prostituyó el periodismo al usarlo para la extorsión. Eso es lo que se puede concluir de Alejandra Aramayo a partir de los múltiples testimonios presentados por La República y Cuarto Poder que indican que ella y su padre, Jorge Aramayo Cordero, utilizaron la filial de América TV de Puno que administraban –y donde la hoy congresista fujimorista conducía el programa ‘Acontecimientos’– para extorsionar a personas a las que se les solicitaba dinero a cambio de no difamarlas. ¿La comisión de ética del congreso revisará el caso de Aramayo, o ser fujimorista la exime de pasar por ahí? Usar un medio para el chantaje es una realidad lamentable fuera de Lima, pero también en la capital: fue lo que hizo Vladimiro Montesinos pagándoles millones a broadcasters. Las denuncias contra Aramayo incluyen a Julián Barra, ex director del Proyecto Especial Lago Titicaca; Alfonso Ureta, ex gerente de Essalud Puno; Etchmer Tito Reátegui, ex director del IPD-Puno; y, Freddy Aza Morales, ex gerente de EMSA-Puno. El libro ‘Los Zarpazos de Gato’, del periodista Carlos Chisán Orihuela, resume cómo Aramayo y su hija usaban el periodismo para el chantaje. Es decir, precisamente, actuar guiados por un ‘sicariato periodístico’ del que la congresista Aramayo dice que es víctima, un argumentorepetido por otros parlamentarios de Fuerza Popular como Úrsula Letona, Lourdes Alcorta, Luis Galarreta y Héctor Becerril, que están en carrera frenética para mostrarse como ‘el más consecuente’ con el fin de obtener la bendición de Keiko Fujimori para reemplazar a Luz Salgado en la presidencia del congreso. De paso, es lamentable la declaración reciente del ministro de Defensa Jorge Nieto cuando le preguntaron sobre este proyecto y, a diferencia de la oposición que ya habían planteado el presidente Pedro Pablo Kuczynski y el premier Fernando Zavala, respondió que “no he seguido el debate” por haber estado ocupado en las emergencias por los huaicos. Hay proyectos cuya intención está a flor de piel, y ni un acomodo para mejorar una relación personal con el fujimorismo justifica el dejar de tomar posición sobre asuntos que son fundamentales para la democracia. Por ello, es crucial tener una posición firme frente a esta amenaza a la libertad de expresión en el Perú.