Pedro Pablo Kuczynski aparentemente creyó que apaciguaría a los fujimoristas entregándoles todo lo que le exigieran. Lo hizo, entregando cargos públicos de mucha responsabilidad a personajes incompetentes y cuestionados éticamente. Así, se viene produciendo un copamiento del Estado por cuadros que tienen vivo interés en que PPK fracase, para allanarle el camino a Keiko el 2021. PPK parece cada vez más un rehén, cargando con el pasivo de la corrupción. Hay que saludar que él haya obligado al ministro de defensa a renunciar en cuanto se supo que había colocado a su novia en un alto cargo en su ministerio de puro amoroso, pero eso no basta. La corrupción lo va a salpicar ampliamente si no es capaz de cambiar drásticamente de rumbo. La voluntad de los fujimoristas de censurar al ministro Jaime Saavedra (Úrsula Letona dixit) parece ser el momento ideal para poner las cosas en su sitio.Durante el primer gobierno de Fernando Belaunde Terry (1963-1968) el Apra en el Parlamento, en alianza con los representantes orgánicos de la oligarquía, los pradistas y los odriístas (la “Coalición del Pueblo”), se dedicó a bloquear sistemáticamente todos los intentos de reforma de Belaunde. Usaron y abusaron de su mayoría censurando ministros a un nivel nunca visto, ni antes ni después, precipitando la caída de gabinetes y gatillando la crisis que abrió el camino al golpe militar de Juan Velasco Alvarado.Para prevenir que estos abusos volvieran a cometerse, en la Constitución de 1979 se insertó una cláusula que facultaba al Presidente para disponer la clausura del Congreso y la inmediata convocatoria a nuevas elecciones parlamentarias si le censuraban tres gabinetes ministeriales. Motivado por su voluntad de concentrar el poder, en la Constitución de 1993 Fujimori redujo a dos gabinetes ministeriales censurados el requisito para disolver el Congreso. En una especie de justicia poética, esta cláusula podría volverse ahora contra el fujimorismo.La Constitución vigente (artículos 133 al 136) da al Presidente la facultad de disolver el Congreso si este le niega la confianza o le censura a dos gabinetes. PPK puede levantar una cuestión de confianza sobre la continuación del ministro de Educación, y si el Parlamento se la niega esto provocaría la caída del gabinete. El presidente puede organizar entonces un nuevo gabinete, sin restricciones en relación a quienes deben formarlo. En el límite, podría poner a Jaime Saavedra de primer ministro y nombrar a Daniel Mora ministro de educación. Si el parlamento se niega a otorgarle al nuevo gabinete el voto de confianza provocaría su caída, y permitiría a PPK disolver constitucionalmente el Congreso y convocar a nuevas elecciones parlamentarias en el plazo de cuatro meses. Aún más, caído el primer gabinete PPK podría hacer cuestión de confianza sobre cualquier proyecto que le bloquearan poniendo al Congreso en la disyuntiva de otorgar el voto de confianza o negarlo, abriendo en esta segunda alternativa el camino a su disolución. Este mecanismo permite equilibrar las fuerzas e impone límites a abusos como los que hoy están cometiendo los apristas y fujimoristas.Examinemos ahora el escenario político. La mayoría de la población apoya la reforma universitaria que impulsa el ministro Saavedra, reprueba el intento de censurarlo y es consciente de que quieren traérselo abajo defendiendo los intereses de los corruptos que estafan a los estudiantes y los padres de familia con universidades que son maquinarias montadas para amasar fortunas y en varios casos para lavar dinero. Censurar a Saavedra sería un perfecto boomerang.Según la última encuesta de GfK, con 51% PPK supera en aprobación a Keiko por 10 puntos, mientras que su desaprobación está en 37%, 11 puntos por debajo de la de Keiko. Saavedra ocupa el segundo puesto en aprobación entre los ministros, a apenas un punto del que encabeza la lista. El fujimorismo obtuvo el 56% de las curules del parlamento con apenas un 26% de los votos. A ver si se atreven a empujar una crisis que termine en una nueva elección parlamentaria.La muerte de Fidel Castro, como era de esperar, ha provocado un desborde de pasiones con pronunciamientos encendidos a favor y en contra. Invitado a comentar en RPP cómo se recordará dentro de 100 años, sostuve que, después de Bolívar, Fidel es el latinoamericano cuya actuación ha tenido el mayor impacto en la historia continental y mundial. Como la afirmación causó sorpresa, pregunté a los panelistas si se les ocurría otro nombre y convenimos en que no encontrábamos ninguno. Invito a los lectores a hacerse la misma pregunta. Mi pésame y mi solidaridad con los hermanos cubanos.