Luego de que el plenario de Acción Popular se declarara a favor de Pedro Pablo Kuczynski, ahora una reunión conmemorativa de los 60 años de AP ha respaldado la posición de Alfredo Barnechea y Víctor Andrés García Belaunde de no votar por ninguno de los dos candidatos este domingo. Uno de los últimos actos de la campaña electoral del 2016. En realidad la reunión en una de las salas del Congreso ha sido uno de los primeros actos de una previsible lucha interna en AP, producida por el relativo éxito de la candidatura de Barnechea, y detrás de eso por la ya vieja rivalidad entre el congresista García Belaunde y Mesías Guevara, presidente del partido. El tema de fondo es un cambio de las figuras del poder en AP. La pugna es más o menos entre quienes mantuvieron languideciendo al partido a quienes le han devuelto una presencia expectante, léase Barnechea. Pero para Guevara la faena del ex candidato no justifica ni es suficiente para producir un Pachacuti en AP. Obviamente no es lo que piensa Barnechea. En un flamígero discurso en la conmemoración dijo que 38 personas no podían sustituirse a dos millones de votantes y tomar decisiones por ellos. Una alusión al plenario de AP y al apoyo dado por ese cónclave a la candidatura de PPK. Al mismo tiempo una obvia declaratoria de guerra. Los dirigentes que vieron al recién llegado Barnechea ganar las elecciones internas para la candidatura probablemente no esperaban el surgimiento de un nuevo competidor por el liderazgo en el partido. Pero Barnechea parece decidido, y propone un programa de cambios en la línea de una mayor democracia interna. El ex candidato implícitamente está diciendo que él podría convertir a una parte de los votantes de abril en militantes y simpatizantes activos de AP, con miras a un buen resultado electoral en el 2018, y uno mejor en el 2021. En otras palabras, también está pidiendo una oportunidad de aprovechar la buena racha del partido. Visto desde fuera, en esta etapa el conflicto en AP no parece irreductible. Por lo pronto la decisión sobre el voto es un asunto al que le quedan 72 horas de vida.