Al comienzo de las campañas suelen ser considerados una especie de sobrante electoral. Ahora que esta está por concluir, empiezan a ser vistos como la clave del triunfo. Los votantes indecisos, inseguros, dubitativos o antagónicos a toda candidatura, un grupo de motivaciones más bien secretas, han pasado a ser el foco de la atención. ¿Qué se sabe sobre ellos? Que su opción es impredecible, pero que su número tiende a reducirse con el paso de los días. También se sabe que una parte, la menor, va a permanecer irreductible. Hace poco eran un tercio de los encuestados, y ahora último se han reducido a una quinta parte. Todavía suficiente como para decidir las cosas. Pero hay mucho que no se sabe. ¿Son ciudadanos particularmente acuciosos, que necesitan más tiempo y más datos para llegar a una decisión firme? ¿O solo se trata de veletas políticas? Incluso es posible que a muchos simplemente no les guste confiarle sus simpatías a un encuestador. Sin embargo el método estadístico logra hurgar en ese silencio partidista, y en diversos momentos ha sugerido hacia dónde se inclinan sus simpatías, que no decisiones. A grandes rasgos el favorecido era Pedro Pablo Kuczynski, con un margen de dos a uno. Pero eso era hace una eternidad, y no sabemos si se mantiene. El conglomerado aloja varios tipos de decisiones potenciales. Los que dudan sobre su candidato pero a la postre van a quedarse con él. Los que serán sorprendidos por algo que los hará cambiar de candidato. Los que en realidad están con los dos candidatos, y solo pueden expresárselo al encuestador mediante la indecisión. Por supuesto que la lista de mecanismos es mucho más larga. Pero la esencia del asunto es que las opciones están más abiertas de lo que parece. Puede haber un vuelco a favor del segundo, como ya hemos visto, o el primero puede distanciarse todavía más. Como no se sabe mucho sobre el grupo remiso, tampoco se puede vaticinar mucho en base a él. Solo podemos decir que en efecto ellos son los misteriosos señores del último momento, fantasmas electorales que los argumentos de los candidatos tuvieron dificultades para alcanzar. Pocos votos, que de pronto adquieren un enorme peso en el mercado.