¿Qué pueden hacer ahora los candidatos de la primera vuelta? No todos están en el mismo bote, aunque probablemente todos se ven participando en la elección del 2021. Algunos intentaron prolongar la cola de esa elección hasta lo imposible. La mayoría de ellos representan fracasos, mientras que unos pocos representan éxitos inesperados. Lo que tienen en común es que ahora deben hacerse la idea de cinco años cruzando el desierto. Verónika Mendoza y Alfredo Barnechea, por ejemplo, con cierta razón suelen ser vistos por los medios como salvadores de sus partidos. Pero no todos en esos partidos lo ven así. Una figura nacional que no estaba en el organigrama puede ser incómoda para los planes de la dirigencia, sobre todo si es alguien tan mediático como Mendoza, que parece la tercera candidata de la segunda vuelta. Interrogado sobre el futuro liderazgo de Mendoza en el Frente Amplio, Marco Arana celebró su entrada al Congreso por un pelo declarando que allí no habría caudillismo sino dirigencias múltiples. Parece una invitación a la ex candidata a compartir los reflectores. Con las aguas políticas volviendo a su nivel, Arana desea ser otra vez el primer motor del FA. Algo parecido está sucediendo con Barnechea, al que el premio se le está volviendo inasible. Víctor Andrés García Belaunde lo ha llamado “un líder natural sin cargo alguno”, probable alusión a que el prestigio ganado ahora debe ser convertido un camino institucional. Es decir que Barnechea todavía tiene varias elecciones internas, y varios rivales, por delante en Acción Popular. Hay percepciones más crudas. Mesías Guevara, quien perdió la elección interna para la candidatura de AP, minimiza lo logrado por Barnechea. Además puntualiza que con menos de un año de militancia, el ex candidato no puede aspirar a cargos dirigentes en el partido. Otro caso en que no hay peor cuña que la del mismo palo. El caso de Alan García no es tan distinto, aunque él sí mantiene margen de acción dentro de su partido. Aunque un Apra acostumbrada a adornarse con sus votos podría estar pensando que García ya no recuperará su magia, y comenzando a actuar en consecuencia. También aquí, entonces, liderazgos múltiples, con Enrique Cornejo como la próxima esperanza municipal.