EEUU. No bien empezaron las exequias al líder cubano, el presidente electo publicó un tuit en el que exige a La Habana ofrecer mejores condiciones a los cubanos.,Donald Trump ha recurrido al lenguaje que mejor conoce, el de los negocios y el de las redes sociales, para lanzar este lunes una amenaza a Cuba: si no mejora las condiciones del “acuerdo” por el que Washington y La Habana acercan posiciones desde hace casi dos años, en cuanto asuma la presidencia estadounidense lo dará por terminado, echando por tierra la normalización de relaciones comenzada por Barack Obama. PUEDES VER: Donald Trump rechazará sueldo presidencial de 400 mil dólares "Si Cuba no está dispuesta a hacer un acuerdo mejor para el pueblo cubano, los cubano-estadounidenses y EEUU en su conjunto, pondré fin al acuerdo", escribió este lunes Trump en su cuenta de Twitter. Con ese mensaje, el presidente electo reforzó la línea dura que ha adoptado hacia Cuba desde el sábado, cuando reaccionó a la muerte del ex presidente cubano Fidel Castro con un comunicado en el que prometía actuar para que el pueblo cubano pudiera "iniciar finalmente su camino hacia la prosperidad y libertad". Está por ver si, cuando llegue al poder el próximo 20 de enero, Trump de seguimiento a esa amenaza con una oferta de renegociación al Gobierno cubano de los acuerdos alcanzados con el actual presidente, Barack Obama, para restablecer las relaciones diplomáticas y normalizar gradualmente los lazos entre las naciones. Un portavoz de Trump, Jason Miller, aseguró este lunes que las prioridades del magnate republicano en su política hacia Cuba serán "la liberación de los presos políticos, el retorno de los fugitivos de la Justicia estadounidense y también la libertad política y religiosa para todos los cubanos que viven bajo opresión". Cuba libre "El presidente electo quiere ver libertad en Cuba, para los cubanos, y un buen trato para los estadounidenses, en el que no nos tomen por tontos", afirmó Miller en una conferencia de prensa. Las demandas de libertad política y religiosa para los cubanos prometen toparse con una fuerte resistencia del Gobierno de Raúl Castro, que no se abre a negociar sobre ese tipo de temas, como demuestra el lento avance del diálogo bilateral sobre derechos humanos en los últimos dos años. Camino de cenizas Aunque el principal acto de tributo para que los cubanos se despidan de Fidel Castro tiene lugar en la Plaza de la Revolución, los homenajes al fallecido líder socialista se repiten en otros puntos de La Habana, de la elegante zona de Cubanacán al popular barrio de Marianao. La población se apresura a dar su último adiós al ex mandatario, fallecido el pasado 25 de noviembre a los 90 años, antes de que sus cenizas dejen para siempre La Habana camino de Santiago, donde será enterrado Castro el próximo domingo. Uno de los lugares más emblemáticos en el que los habaneros están presentando sus respetos es en la Ciudad Libertad, en el barrio de Marianao, considerado el bastión de la enseñanza de la Revolución. Presidente ruso no asistirá al funeral de Fidel El presidente de la Duma del Estado o Cámara de Diputados, Viacheslav Volodin, representará a Rusia en los funerales del ex presidente cubano Fidel Castro, anunció el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov. Por encargo del presidente (Vladímir Putin), el presidente de la Duma, Volodin, encabezará la delegación rusa que asistirá a los funerales de Fidel", dijo el portavoz a medios locales. Peskov además, aclaró el porqué de la ausencia del presidente ruso: "Vladímir Putin tiene una agenda bastante apretada". Enfoque: Trump contra el tablero Ramiro Escobar Internacionalista Costó muchísimo rebobinar las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Implicó bajar defensas, sacudir prejuicios, entender que, finalmente, nada se lograba tras décadas de excomuniones mutuas y condenas ad infinitum. Ahora Donald Trump –tan experto en relaciones internacionales como en desvaríos– amenaza con “liquidar el acuerdo” pero ni siquiera precisa a qué se refiere con eso. Ir por esa ruta hará que se mueva un delicado tablero. Abierto por Barack Obama y en consenso con demócratas, con republicanos incluso, y con la mayoría del pueblo norteamericano. Algunos de sus votantes incluso pueden aleonarse debido a que ven esa apertura conveniente. No en términos políticos, sino comerciales. El mercado cubano es funcional a una parte de esa clase media blanca de granjeros y agricultores que apoyó a Trump. Y abrirse a Cuba es un acto de realismo político que EEUU practica en otros lugares. China y Arabia Saudita, por ejemplo.