El León es quizás uno de los primeros animales que fascinan a los niños. Salvo que el niño viva en el África, normalmente lo que tendrá a mano será un muñeco o un dibujo de un león y rápidamente aprenderá a rugir. Maullar, ladrar, mugir y rugir aparecen con, o a veces antes de, las primeras palabras. Millones de brazos, espaldas, torsos y piernas humanas exhiben tatuajes de leones. A la pregunta ¿en qué animal reencarnarías? León es una respuesta muy frecuente. Porque son feroces y libres. Porque son valientes. Porque son los reyes de la selva. Hakuna Matata. Los leones que viven en jaulas de zoológicos y circos para que nuestra raza pueda alimentar su fascinación por lo salvaje, ocupan pequeños espacios y casi no se mueven. Pierden parte de su esencia al tiempo de ser encerrados. La semana pasada, en el zoológico de Santiago de Chile, un chiquillo con una enfermedad psicológica decidió suicidarse entrando en la jaula de los leones sin ropa mientras gritaba cosas de Jesús. Al principio los leones no le hicieron caso, pero los hostigó hasta conseguir que lo atacaran, frente a las miradas de los visitantes del zoo. Decía que dios lo protegía pero fueron los guardias del zoológico quienes dispararon a matar a dos leones para salvarlo. El protocolo ordenaba priorizar la vida humana.La suma de la estupidez y la enfermedad dejó esta vez como saldo a un hombre que quería morir, vivo y a dos leones del África que estaban encerrados hacia 22 años en un zoológico, muertos. Triste, pero al fin fuera de la jaula.❧