Mercado. Abogado Luis Diez Canseco: En un primer momento el costo de la evaluación debería ser asumida por el Estado, pero luego las empresas a fusionarse deberían pagar una tasa que en algunos países oscila entre US$ 90 mil y US$ 100 mil.,El último lunes, Ivo Gagliuffi, presidente del Indecopi, señaló que el costo de establecer una regulación a las fusiones y adquisiciones empresariales sería de S/ 5 millones y toda vez que al año se realizan entre 12 y 14 fusiones de grandes empresas, se entiende que el costo de regular cada una de dichas operaciones sería de unos S/ 400 mil o US$ 120 mil. PUEDES VER: 61% de ejecutivos peruanos planea cerrar alguna fusión o adquisición en el próximo año Así lo estimó el abogado Luis Diez Canseco, quien explicó a La República que este costo es menor comparado a los perjuicios que podrían ocasionar en el mercado una concentración que abuse de su poder de dominio. En el caso de que el Congreso opte por fortalecer la Ley de Competencia con un control de fusiones, el especialista dijo que el costo de la evaluación debería ser asumido por el Estado en un primer momento, pero luego son las mismas empresas que se quieren fusionar las que deberán pagar una tasa, que en algunos países oscila entre los US$ 90 mil y US$ 100 mil. Diez Canseco comentó que no es cierto que una ley de este tipo desaliente las inversiones. "La prohibición de los abusos de poder y de los acuerdos está desde 1993, pero falta incorporar el análisis de concentración de mercados. Esto permite que haya adecuado equilibrio en el mercado, es una buena señal para los inversionistas. Yo, inversionista extranjero, veo que no hay ley de fusiones y concentraciones y lo veo con suspicacia, pues (si algún grupo conforma un monopolio) puedo quedar marginado", declaró. Añadió que el control de concentraciones da seguridad al empresariado, pues ya saben a qué atenerse, y "si tienes un control de fusiones, nunca habrá tentaciones de controles de precios", remarcó. Camino a la OCDE Una de las recomendaciones que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) hizo al Perú es que fortalezca su ley de competencia a través de un análisis de fusiones y adquisiciones, de modo que de encontrarse perjudicial para el mercado se prohíba o en su defecto, se permita la operación. "La OCDE es un club de buenas prácticas gubernamentales, entonces su sugerencia tiene que ser evaluada, pues sería una clara señal de que estamos en línea con el resto de países miembros que sí cuentan con este análisis", comentó. En ese sentido, el abogado saludó la forma como el congresista Jorge del Castillo inició este camino, pues –remarcó– la importancia de escuchar las voces de los técnicos, pero también de los empresarios y demás agentes involucrados en esta normativa. Recomendó que el debate continúe en el ámbito técnico, sin politizarse o ideologizarse, pues de lo que se trata es de defender al consumidor. Para la redacción de la ley, opinó que sería mejor que el umbral lo defina un volumen de venta (tal vez del año anterior a la operación), pues es más objetiva a diferencia del porcentaje de participación en el mercado, como lo sugiere el proyecto del congresista Yonhy Lescano, por el que no serían reguladas las que no alcancen 51% de concentración. Hay necesidad de regular las fusiones José Távara Economista PUCP Aquí, en el Perú, el argumento es la incoherencia del marco regulatorio sobre la libre competencia, al no contar con control de fusiones que no impide la posición de dominio, salvo en el sector eléctrico. El argumento de que el libre mercado lo resuelve todo es falso. Hay datos del Banco Mundial de que se encuentran cárteles en diversos mercados de consumidores finales. Tenemos que pensar en promover la inversión de la mediana o pequeña empresa, cuya productividad se ve mermada por la impunidad. La regla general es que si se reparten el mercado afectan al consumidor. En América Latina, los países que no tienen ley de fusiones son Guatemala, Cuba y el Perú, en el resto del mundo existen estas normas, incluso los teóricos radicales de la escuela de Chicago. Acá tenemos un grupo fundamentalista que no cree en el mercado sino que defiende intereses de grupos empresariales. La clave Jorge del Castillo manifestó que el siguiente paso será convocar a representantes del sector empresarial y del Estado. “En marzo del 2017 habrá una conferencia y confiamos que se avanzará en un tema muy serio y sin precipitaciones”, remarcó.