Las mafias se apoderan del Estado
Han logrado capturar el aparato público y acceden a los espacios más encumbrados del poder.
Para el historiador Antonio Zapata, el deterioro de la institucionalidad creciente nos acerca cada vez más a convertirnos en un Estado penetrado por las mafias. Antes eran visibles en los Gobiernos locales, “hoy las vemos en el centro mismo del poder. Estamos cerca de una situación límite”, precisa en una entrevista concedida a La República, en la cual además evalúa el futuro próximo, en el que puede alargarse la situación actual o puede que emerja un autoritarismo legitimado por las urnas. Ninguna de las dos es buena opción.
Zapata agrega que impresiona la inconsistencia de nuestras élites políticas. Si bien en el pasado el poder político era muy cercano a los poderes económico y social, ahora han prosperado liderazgos mestizos, provincianos, que sin embargo se comportan y actúan con una mentalidad muy semejante a la que identifica a la élite limeña, replicando sus métodos habituales de gobierno.
La presencia de congresistas que abiertamente promueven contrarreformas en el transporte o en la educación, que van a favorecer la informalidad y la ausencia de meritocracia, se suma a quienes aprueban medidas directamente favorecedoras del delito. La tala y la minería ilegales, la falta de protección de los líderes amazónicos, todas las medidas que se han dado en estos campos son respuestas a los poderosos lobbies que promueven las mafias y que están apoderándose poco a poco del país y que van tomando control, ya no solo territorial, como en el caso del Vraem o del Huallaga, sino del accionar del propio Estado.
La falta de transparencia en la que ha caído la gestión pública, las medidas coercitivas contra los ciudadanos para evitar las protestas, que alcanzó su peor momento a finales del 2022 y comienzos del 2023, y la búsqueda permanente de impunidad para ocultar los hechos punibles y evitar ser sancionados por ellos, nos colocan frente a una disyuntiva difícil: o se prolonga este estado de anomia y de desesperanza generalizada o se fortalece la lucha por los espacios ciudadanos y por la vigencia de valores que son indesligables de la democracia.
Los artículos firmados por La República son redactados por nuestro equipo de periodistas. Estas publicaciones son revisadas por nuestros editores para asegurar que cada contenido cumpla con nuestra línea editorial y sea relevante para nuestras audiencias.