Esto se sabe de la demolición del Hotel Sheraton en Cusco ordenada por el TC por destruir andenes inca
A pesar de los daños irreparables al sitio arqueológico de Sacsayhuamán y una sentencia del Tribunal Constitucional que debía ejecutarse en marzo, la demolición del controvertido hotel de lujo en la ciudad inca aún no ha comenzado.
El polémico hotel Sheraton de Cusco, construido en 2016, será demolido por orden del Tribunal Constitucional (TC). La edificación, que dañó andenes incas y muros prehispánicos, fue detenida antes de su finalización y quedó como un símbolo de la controversia sobre la preservación del patrimonio cultural.
La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) de Cusco debía presentar en marzo de este 2024 un informe técnico detallado sobre la demolición, que incluía los costos y la restauración de los muros inca afectados. Sin embargo, esta entrega no se realizó a tiempo, y el Ministerio de Cultura (Mincul) presentó una apelación para extender el plazo establecido por el TC.
El 27 de abril, Guido Bayro, director de la DDC de Cusco, explicó que la solicitud de aplazamiento se debe a la necesidad de clarificar la sentencia de la Sala Primera del TC, especialmente en cuanto a las responsabilidades y roles en el proceso de demolición del Hotel Sheraton. Por ello, hasta el momento, no se ha definido una fecha exacta para la demolición.
Así luce el polémico hotel Sheraton del Cusco Foto: Agencia EFE
Construcción del edificio afectó las bases del Sacsayhuamán
La construcción del hotel Sheraton en Cusco no solo ha generado controversia por su impacto en el paisaje urbano, sino también por el daño irreversible a los vestigios arqueológicos del Sacsayhuamán. Durante las excavaciones iniciales, se desmontaron tres muros prehispánicos y otros elementos invaluables del patrimonio cultural. La profundidad de las excavaciones afectó el muro de contención del río Saphy, provocando su desmoronamiento y comprometiendo la estabilidad de la zona. Estos actos han sido denunciados repetidamente desde el 2014, pero las respuestas de las entidades correspondientes y la fiscalía han sido lentas e insuficientes.
¿Cómo era el hotel Sheraton de Cusco?
El hotel Sheraton de Cusco, ubicado en los predios n.° 674 y 704 de la calle Saphy y el lote n.° 5 de la calle Don Bosco, era una edificación moderna e imponente que contrastaba fuertemente con su entorno histórico. Con nueve niveles, que incluían siete pisos y dos sótanos, la estructura superaba ampliamente las características urbanísticas del Centro Histórico de Cusco, que permite edificaciones de solo dos pisos. Este exceso en la altura y su imponente presencia física pusieron en riesgo la condición de Cusco como Patrimonio Cultural de la Humanidad, declarado por la UNESCO.
La construcción del hotel, a cargo de la empresa inmobiliaria R&G SAC, representó una inversión de más de 40 millones de dólares. La obra se encontraba casi completa, a punto de iniciar la fase de acabados, cuando fue paralizada en 2016 debido a intensas protestas y disputas legales. La estructura, que debía convertirse en un lujoso hotel, quedó inconclusa y actualmente es un monumento a la controversia, simbolizando el conflicto entre el desarrollo urbano y la preservación del patrimonio histórico.
¿Quiénes son los funcionarios denunciados por la construcción del hotel Sheraton?
La Fiscalía Anticorrupción del Cusco puso en marcha una investigación preliminar contra 60 ex servidores de la Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) Cusco y la Municipalidad Provincial del Cusco (MPC), relacionados con la construcción del hotel Sheraton. La investigación se centra en presuntos delitos de cohecho, asociación ilícita para delinquir y organización criminal. Entre los implicados se encuentran propietarios del terreno, funcionarios de la DDC y la MPC, quienes habrían incurrido en irregularidades al emitir la Licencia de Edificación para la constructora R&G.
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Entre los denunciados destacan figuras como Edwin Ricardo Ruiz Caro, José David Ugarte Vega Centeno, José Miguel Zegarra Balcazar, José Carlos Silva Gonzales, y otros funcionarios de alto rango. Estas personas son acusadas de permitir la destrucción de valiosos elementos patrimoniales y de haber facilitado la construcción del hotel en una zona arqueológica protegida.