Sociedad

Shari Wasi: el albergue en Barrios Altos que hospeda a niños con cáncer y sin hogar en Lima

Durante el 2018 se registraron al menos 486 familias que viajaron desde otras provincias y que necesitaban alojamiento para continuar con tratamientos por cáncer en Lima.

En el albergue Shari Wasi residen actualmente 10 familias, aunque tiene una capacidad para atender a 50. Foto: Mary Luz Aranda/URPI-LR
En el albergue Shari Wasi residen actualmente 10 familias, aunque tiene una capacidad para atender a 50. Foto: Mary Luz Aranda/URPI-LR

De acuerdo con la Sociedad Americana Contra el Cáncer, el tratamiento de leucemia en niños puede llegar a durar entre dos y tres años. En este periodo de tiempo es necesario que los infantes acudan continuamente a sus chequeos en el hospital. Sin embargo, ante la falta de especialistas o equipos tecnológicos para recuperarse de esta enfermedad en otras regiones del país, los parientes optan por viajar a Lima.

Una vez en la capital surge un nuevo problema: los costos del hospedaje, alimentación y transporte. Según una investigación de la Universidad de Lima, durante el 2018 había 486 familias que no pudieron acceder a alojamiento, ya que los albergues existentes no se daban abasto.

Es en este contexto que nace Shari Wasi, una organización que recibe a bebés, niños y adolescentes con diferentes patologías y que no tienen los recursos necesarios para vivir en Lima mientras reciben sus tratamientos. Actualmente, aloja a 10 familias, aunque tiene capacidad para 50. Se les ofrece también alimentación y talleres productivos a fin de que los acompañantes puedan aprender a hacer pulseras, a coser, bordar y tejer.

“El problema es que, especialmente en las leucemias, (los procedimientos) puede prolongarse hasta cuatro años. Entonces, cuando el menor sale de alta tiene que quedarse en la capital porque a la semana y media le tienen que hacer biopsia de médula y otras analíticas”, contó Delia Anizama, nutricionista y presidenta de la institución, a La República.

En este punto en el que los padres comienzan a cuestionarse si es que es factible económicamente quedarse o si solo les queda regresar a su ciudad de origen. “Eso significa que ese niño va a fallecer porque no tiene tratamiento quimioterápico. No hay suficientes albergues. Muchas veces terminan durmiendo en la emergencia del hospital”, relató la representante.

Los familiares se turnan para realizar las labores de aseo y alimentación. Foto: Shari Wasi

Los familiares se turnan para realizar las labores de aseo y alimentación. Foto: Shari Wasi

¿Qué pacientes reciben?

A Shari Wasi pueden ingresar desde recién nacidos hasta adolescentes de 15 años que sufren de diversas dolencias como hidrocefalia, leucemia, quemaduras o que hayan recibido neurocirugías.

“El albergue se ha ido adaptando a la realidad del país. El requisito es que sean de otras provincias, de extrema pobreza y que no tengan familia en Lima”, aclaró Delia.

¿Cómo es el proceso de ingreso?

La mayor parte de los hospitales más cercanos al establecimiento ya tienen conocimiento de la existencia de Shari Wasi, por lo que el servicio social del nosocomio les realiza una ficha a los futuros huéspedes para comprobar que cumplan con los requisitos y coordinar su llegada. Una vez en el local, se les hace firmar al acompañante una acta de compromiso.

“Ahí los padres se hacen responsables del menor porque nos ha pasado muchas cosas, hemos aprendido en base a la experiencia. Por ejemplo, había mamás que salían a las 7.00 a. m., nos dejaban a sus dos hijitos y luego venían a las 10.00 p. m.”, explicó.

Luego al acompañante se le otorga víveres y un espacio, el cual tiene la responsabilidad de acomodar y arreglar. La coordinadora se encarga de organizar los turnos para preparar la comida y de lavar los utensilios. “Por ejemplo, si la mamá tiene consulta en la tarde, en la mañana prepara el almuerzo. Es como un hogar lejos de casa”, manifestó la presidenta de la organización.

Foto: URPI

Foto: URPI

¿Cuáles son las Instalaciones?

El local cuenta con tres pisos y un área total de aproximadamente 770 metros cuadrados. El recinto tiene un comedor, una habitación para lactantes con seis cunas de diferentes tamaños, lavandería, zonas para tender la ropa bajo techo y al aire libre, además de un salón de juegos, que se usará como ludoteca para que los residentes reciban clases a distancia a través de tablets gratuitas.

“Cuando nosotros recibimos la casa, (nos dieron) una cochera con un baño al final. Nada servible, una casa de más de 60 años. Entonces hemos tenido que cambiar el sistema eléctrico, agua, desagüe. Le hemos tenido que poner pozo a tierra y hacer las divisiones en las habitaciones”, contó Delia.

Hay ocho servicios higiénicos, además de una ducha y un baño para personas con discapacidad. “Todo lo hemos tratado de mantener de acuerdo a las normas del Ministerio de Salud y de Defensa Civil, que son los que nos auditan”, agregó.

Atención y tratamientos tardíos de cáncer

De acuerdo con la ONG Vidawasi, el 72% de familias de las regiones fuera de Lima no puede acceder a atención médica especializada, lo cual repercute en que el 70% de enfermedades en estas zonas sean detectadas en una etapa tardía.

Esta problemática se extiende a la falta de otros elementos esenciales para tratar males oncológicos a nivel nacional. En julio de este año, la Defensoría del Pueblo instó al Poder Ejecutivo a destinar más recursos económicos al Ministerio de Salud para mejorar el equipamiento y contratación de un mayor número de especialistas, así como la compra de medicamentos e insumos.