La Cabaña de SJL: 8 sujetos intervenidos en el ‘búnker’ volvieron a caer en discoteca de SMP
Agentes de la Policía Nacional descubrieron un nuevo local, en el que organizaban fiestas por hasta 48 horas. Incautaron drogas sintéticas y bebidas alcohólicas.
Reincidentes. Ocho sujetos que habían sido intervenidos hace un mes en la discoteca La Cabaña, de San Juan de Lurigancho, volvieron a caer en similares condiciones. Esta vez, agentes de la Policía Nacional realizaron un operativo en el local D’Buhos, ubicado en la cuadra 32 de la avenida Mi Perú, en San Martín de Porres, donde se organizaban fiestas que duraban hasta 48 horas seguidas.
A los sujetos se les incautó nuevamente drogas sintéticas como el ‘tusi’ o cocaína rosa. “Ocho de estas personas ya habían sido intervenidas días antes en La Cabaña. Hemos recibido información de Venezuela, donde advierten que tres de estas personas que han sido intervenidas se encuentran requeridas en su país por delitos graves”, señaló el jefe de la PNP.
Sobre La Cabaña
Por más de 36 horas seguidas, 231 personas (117 varones y 114 mujeres), que en su mayoría eran ciudadanos extranjeros, se encontraban celebrando en la discoteca La Cabaña, ubicada en la zona de Canto Grande en San Juan de Lurigancho.
El hecho llamó la atención de la ciudadanía luego de que se supiera que en el lugar se hallaron 12 armas de fuego, drogas —la principal era la tusi o cocaína rosada— y hasta un cráneo humano quemado.
Todo inició con una llamada de los vecinos. Ellos alertaron a los agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) de que, desde la noche del sábado 6 hasta la mañana del lunes 8 de agosto, un grupo de jóvenes estaban bebiendo, bailando y hasta realizaban disparos al aire dentro de un recinto cerrado.
Sin control. La mayoría de los intervenidos era de procedencia extranjera. El local funcionaba en la mañana sin licencia municipal. Era una guarida de sicarios. Foto: Omar Coca/ URPI-LR
Ante ello, las autoridades llegaron al establecimiento al promediar las 9.00 a. m. Allí encontraron una escena bastante caótica: botellas de alcohol y paquetes de drogas regadas por todos lados. Algunos de los asistentes intentaban escapar y otros buscaban dónde camuflar sus armas de fuego, las cuales luego fueron encontradas sobre techos y hasta debajo de las sillas.