Víctimas de masacre en el Vraem fueron trasladadas a la morgue de Pichari
Los 16 cadáveres fueron transportados desde el distrito de Vizcatán del Ene, región Junín. Dos familiares afirman no tener los recursos para llevarse a sus hijos.
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Los cadáveres de las 16 personas asesinadas en la matanza en el distrito de Vizcatán del Ene, en la zona del Vraem, fueron trasladados el último lunes 24 y llegaron alrededor de las 11.30 p. m. a la morgue del distrito de Pichari, en la provincia de La Convención, región Cusco.
Los cuerpos fueron envueltos en plástico para llevarlos a Pichari a bordo de tres camionetas desde el centro poblado San Miguel del Ene, de la provincia de Satipo, en la región Junín. Ahora, se espera que los familiares lleguen al lugar por la mañana del martes 25.
“Se encontró seis cuerpos calcinados y las demás personas fueron abatidas a balazos”, confirmó la ministra de Defensa, Nuria Esparch, en una entrevista para RPP.
Por su parte, el presidente Francisco Sagasti condenó la masacre cometida contra los 16 peruanos e indicó que ya se se han desplegado patrullas de las fuerzas del orden en la zona para que el acto terrorista no quede impune.
“En nombre del Gobierno de Transición y de Emergencia, expreso mis sentidas condolencias a los familiares de las víctimas”, comunicó el mandatario en un mensaje difundido a través de sus redes sociales.
En tanto, la Fiscalía Supraprovincial Especializada en Delitos de Terrorismo y Lesa Humanidad de Huánuco y Selva Central ya empezó las investigaciones respectivas.
El general Óscar Arriola, jefe de la Dirección Contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía Nacional, indicó que el asesinato de las 16 personas en el Vraem fue ejecutado por una facción terrorista de Sendero Luminoso, integrada por un grupo de entre 15 a 20 miembros al mando del camarada ‘Carlos’.
Padres piden ayuda para el traslado de regreso
Los padres de dos de los jóvenes asesinados en el atentado acudieron al distrito de Mazamari, en Satipo, Junín, para reconocer a sus hijos y solicitar apoyo al Gobierno para el traslado de los restos a sus respectivas ciudades y realizar las servicios funerarios correspondientes.
De acuerdo a lo recogido por el referido medio, al enterarse de la matanza, los deudos acudieron a la unidad policial Los Sinchis de Mazamari donde llegaron a identificar a sus hijos, uno de ellos de 26 años y el otro de 17. Los progenitores reiteraron no contar con los recursos suficientes para volver a sus regiones.
El padre del menor compartió que recién se enteró que su hijo se había ido de casa luego de tres días y no sabía en qué trabajaba. El otro familiar narró que su hijo había viajado hasta el distrito de Vizcatán del Ene para trabajar en el cultivo de la hoja de coca y plátano.
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