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Sociedad

Minsa: Trastornos mentales elevan riesgo de contagio y mortalidad de la COVID-19

De acuerdo a la entidad, las restricciones de la emergencia sanitaria puede desconcertarlos y agravar sus cuadros psicopatológicos

La vacuna de Sinopharm es la más usada hasta ahora en Emiratos Árabes Unidos, una de las naciones donde se realizaron ensayos clínicos del laboratorio chino contra el coronavirus. Foto: EFE
La vacuna de Sinopharm es la más usada hasta ahora en Emiratos Árabes Unidos, una de las naciones donde se realizaron ensayos clínicos del laboratorio chino contra el coronavirus. Foto: EFE

Este viernes 21 de mayo se dio inicio a la vacunación contra la COVID-19 dirigida a personas con trastornos mentales severos y del neurodesarrollo, grupos poblacionales con alto riesgo de contagio y mortalidad, de acuerdo al Ministerio de Salud (Minsa).

Según la entidad, esta propensión se debe al deterioro cognitivo que puede llevar a este tipo de pacientes a cometer comportamientos erráticos de autocuidado frente a la pandemia.

En esa línea, Humberto Castillo Martell, director del Instituto de Salud Mental del Minsa, señaló como acierto la medida tomada para este segmento de la población acerca de la vacunación, para la que se está incluyendo con antelación a personas con enfermedad mental severa como psicosis, o trastornos como el bipolar, el del neurodesarrollo o el del Espectro Autista (TEA), y retraso mental en el caso de los grupos de cormobilidades.

El experto comentó que estos pacientes no comprenden en su totalidad la magnitud del peligro de la pandemia y lo que pueda suceder a su alrededor. Ello porque, a nivel mental, tienen una percepción menor de los cambios, la memoria, lenguaje o fallos de pensamiento; de manera que les dificulta la realización de actividades con sentido del autocuidado para proteger su salud.

Por otro lado, las restricciones de la emergencia sanitaria puede desconcertarlos y agravar sus cuadros psicopatológicos.

“No comprenden el cumplimiento de las medidas de bioseguridad como el uso de la mascarilla, protector facial, distanciamiento o lavado de manos, entre otros. Y debido al estigma que aún se presenta en la sociedad, pueden tener dificultades para el acceso a los servicios de salud en caso de diagnóstico de la COVID-19”, sostuvo Castillo Martell en una publicación del Minsa, en el portal del Gobierno.

En relación a las personas con TEA, debido a las dificultades en la comunicación y socialización, el Minsa indica que es importante el acompañamiento permanente de su familiar y que se les explique de manera sencilla cómo la vacuna los protegerá.

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