Piura: clausuran camales que operaban en malas condiciones
Sanciones. Un local fue multado con S/4,200, mientras que a Avícola se le impuso una multa de S/2,100.
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Personal de la Oficina de Fiscalización y Control Municipal de la Municipalidad Provincial de Piura, atendiendo a las denuncias de vecinos y en cumplimento a la ordenanza municipal n.º 125, realizó un operativo con participación del Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) y la Policía, interviniendo dos camales que operaban de manera clandestina y sacrificaban a las aves en condiciones antihigiénicas en la ciudad.
Según dijo el jefe de Fiscalización de la comuna piurana, Juan Álamo Castro, durante las acciones se intervino el local Avícola, de propiedad de Yaqueline Suárez Rodríguez, porque funcionaba en condiciones antihigiénicas.
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Aseguró que, pese a la falta, la propietaria del local obstaculizó las labores de fiscalización, por lo que personal encargado le impuso una multa de una Unidad Impositiva Tributaria (UIT), es decir, por la suma de S/4,200. Esto, por negarse al control municipal, además se le procedió a realizar la clausura definitiva.
El funcionario refirió que también se sancionó a la avícola Arriola, ubicada en el asentamiento Quinta Julia. Explicó que tras el recorrido se constató que los sacrificios de las aves se realizaban en condiciones de insalubridad y no contaba con permiso para realizar estas actividades, por lo que se clausuró temporalmente y se le impuso una multa del 50% de una UIT, es decir, S/2,100.
Álamo Castro aseguró que los operativos continuarán . “No vamos a permitir que personas irresponsables pongan en juego la salud de la población. Los propietarios deben contar con un ambiente limpio para sacrificar las aves”, finalizó.
Intervienen fábrica
De otro lado, nueve toneladas de productos hidrobiológicos que eran secados, de manera artesanal, en el sector Cieneguillo Centro, fue incautada por la policía en un operativo que lideró la Fiscalía Especializada de Medio Ambiente de Sullana.
El fiscal Provincial Néstor Luis Sosa Carrillo, titular de la mencionada Fiscalía, estuvo a cargo de esta diligencia. Tras la diligencia, fueron intervenidas cuatro personas, entre ellas a Miguel Rivera Ortiz (92), quién manifestó que el propietario es su hijo Santos Rivera Delgado.
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