Policía rescató a 28 mujeres que eran explotadas sexualmente
Migración. La mayoría de féminas son extranjeras que llegaron al Perú corridas de la crisis de su país. PNP detuvo a 7 sospechosos.
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Cajamarca. Personal de la Unidad de Investigación de Trata de Personas de la Divincri rescató a 28 mujeres, entre peruanas y venezolanas, que eran explotadas sexualmente en diferentes bares y lenocinios de la provincia de Jaén.
En las acciones también se detuvo a siete personas, una de ellas de nacionalidad venezolana, quienes integrarían una banda tratante de personas que buscaba conseguir dinero fácil explotando a extranjeras indocumentadas.
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Las acciones se desarrollaron en los night club Pasarela Vip, El Refugio, Las Muñecas de la Vitrina. En dichos locales se detuvo a Darwin Maycol Alejandría Melchor (35), Julio César Alejandría Melchor (32) y Antonio Bonegro Durand (48), así como a Fernando Lachi Tuanama (35) y Juan Carlos Oblitas Choquehuanca (26). También a Jorge Yober Villalobos Vargas (30) y Thatancher Alexis Marquina Rivas (36).
Fuentes de la Policía revelaron que la mayoría de las mujeres, 17 venezolanas y 10 peruanas, así como una menor de edad, eran mantenidas cautivas y habían sido despojadas de sus documentos para evitar que escapen.
La fuente policial reveló que el índice de los delitos contra la libertad personal y sexual en todo el norte se ha incrementado, más aún en zonas en donde existe la minería tanto formal como informal.
Explicó que hay un gran número de trabajadores que llegan a ciudades desconocidas a trabajar y después de permanecer semanas enteras aisladas en una mina, llegan a una ciudad en busca de diversión y sexo. Este mercado del placer ha crecido de manera ilegal y es surtido por mujeres que llegan al país y al no encontrar trabajo son captadas por este tipo de redes sexuales que con engaños las hacen trabajar en lugares de mala muerte.
Reveló que las zonas en donde más se registra trata de personas son las regiones de la selva, como Amazonas, Loreto y en el caso de Cajamarca se encuentran en San Ignacio y Jaén, zonas fronterizas en donde existe la minería ilegal.
También existe en la región Piura, de donde han logrado rescatar a numerosas menores de edad que fueron captadas a través de las redes sociales con la promesa de convertirlas en grandes modelos o de conseguir un trabajo rentable.
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