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Sociedad

Colber y el Nobel

“Colber terminó diciendo ‘Gracias a mis profesores sé algo más de ti y de tus libros’. Los calurosos aplausos fueron atronadores.”

Pedro
Pedro

Colber Ríos tiene catorce años. Vive en la región San Martín, en la provincia El Dorado, en Santa Rosa, un pueblito a orillas del río Sisa, de apenas cuatro mil habitantes. Cursa el segundo grado. Es un chico menudo, tímido, quien habla despacio y con un cantito selvático. Su profesor le encargó a su clase un texto corto. Y Colber se lo dedicó a Mario Vargas Llosa, pues tenía mucha curiosidad por el personaje que le había dado nombre a su colegio. El relato de Colber fue el mejor. Y su maestro, Marlon Nino, tomó entonces contacto con Morgana, la hija del Nobel, vía Twitter, para que leyera su escrito. Morgana se lo hizo llegar a su padre.

Mario quedó encantado con el cuento, el cual le impresionó y emocionó, y el gobierno regional propició su viaje a Lima. Y el sueño de Colber se materializó el pasado domingo, en el marco de la FIL. Me tocó estar presente en el conmovedor encuentro entre el Nobel y el precoz escritor. Era la primera vez que Colber volaba en un avión y fue también su descubrimiento de Lima, de la que sabía poco o nada.

El encuentro duró unos largos veinte minutos, previos a su lectura de Fonchito y la luna, un cuento para niños que Vargas Llosa debía leer ante un pequeño grupo de chiquillos en la sala Blanca Varela. Mario le hizo todo tipo de preguntas, con genuino interés, y Colber, a su vez, le pidió que dedicara algunos libros para la biblioteca de su escuela, a lo que MVLl accedió gustosamente.

Más todavía. Colber, de súbito, lo bombardeó con preguntas perspicaces. “¿Qué le inspiró a ser escritor?”, le soltó. “La lectura. La lectura me cambió la vida”, respondió Mario Vargas Llosa. “¿Y cuál de sus libros es el que le gusta más?”, insistió Colber. El Nobel, pensando qué responder, le dijo que Conversación en La Catedral, pero no porque le pareciera su mejor libro, sino porque fue el que más le costó escribir.

Nuestro Nobel, con la generosidad que le caracteriza, le invitó luego a leer su cuento en el auditorio, atiborrado de niños y adultos, y Colber terminó diciendo “Gracias a mis profesores sé algo más de ti y de tus libros”. Los calurosos aplausos fueron atronadores.

Periodista y escritor. Ha conducido y dirigido diversos programas de radio y tv. Es autor de una decena de libros, entre los que destaca Mitad monjes, mitad soldados (Planeta, 2015), en coautoría con Paola Ugaz. Columna semanal en La República, y una videocolumna diaria en el portal La Mula.