Martin Scheuch. Exmiembro y víctima del Sodalicio."Hay que ver que en la justicia peruana sigan adelante las denuncias, que van a paso de tortuga; ver qué sale de la comisión de Alberto de Belaunde y seguir insistiendo ante la Santa Sede para que se tomen una serie de medidas".,Martin Scheuch estuvo vinculado al Sodalicio de Vida Cristiana por 30 años (1978-2008). En ese tiempo, en que vivió los abusos en carne propia, conoció cómo funciona una institución que, a pesar de los crímenes cometidos, aún parece conducirse en la sombra. Es voz autorizada para comentar los avances en el caso. - ¿Cómo juzga lo que sucede con el Sodalicio? El Sodalicio siempre ha funcionado como una burbuja en la que sus miembros tienen como única referencia a los superiores de la institución. No hay libertad de declarar qué está pasando dentro. Lo único que hay son comunicados oficiales realizados por una o dos personas, pero no hay manera de verificar que digan la verdad. No se conoce quiénes se salen. PUEDES VER Sodalicio: Óscar Osterling explicó sobre los métodos y maltratos contra los menores - ¿Hoy no se sabe quiénes son todos sus miembros? No totalmente. Está la foto oficial de la quinta asamblea a la que asisten dos tercios de los miembros, pero sin nombres. Además, esa falta de transparencia también es interna. - ¿La información se queda solo entre los jerarcas? Se maneja arriba. Los que están más abajo no se enteran de muchas cosas porque no hay un flujo continuo de información. El Sodalicio considera que no es necesario porque los que están debajo de cierto nivel no tienen que tomar decisiones, solamente obedecer. - ¿Cómo evalúa la reorganización del Sodalicio y la reparación de las víctimas? Ellos han dicho que todos los problemas están en el pasado, que están totalmente renovados, que han hecho una serie de cambios, pero nadie sabe cuáles. Lo único que ha cambiado es que ya no están intervenidos y ahora están tomando nuevas fuerzas para seguir haciendo lo mismo de siempre, las mismas campañas, sin ninguna transparencia. Una señal de la poca transparencia es que no se conocen sus Constituciones, que es como su ley fundamental. Y al no conocerse, no se puede hacer fiscalización. - El Papa habló del tema, el nuevo arzobispo de Lima también, en el Congreso hay una comisión investigando. En teoría hay fiscalización… Es una fiscalización poco transparente porque tampoco sabemos qué cosas se ha hecho. Todo ha sido relativamente aprobado por la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, que es un dicasterio de la Iglesia que también tiene serios cuestionamientos. En este caso no se ha hecho nada. Incluso, el asunto de las reparaciones es considerado por el Sodalicio como un capítulo cerrado. PUEDES VER Sodalicio: Congreso volverá a citar a Luis Figari en marzo - ¿Se ha interrumpido la reparación a las víctimas? Es algo relativamente confirmado, podría ser que a alguna le sigan pagando, pero el Sodalicio considera que ya han dado suficiente. Además, ellos mismos han dejado de reparar a una cantidad enorme de víctimas. La primera comisión, la de ética, elaboró un informe que a ellos no les gustó, y determinó un número mayor a 100 víctimas. Ellos reconocen solo 66. - ¿Siente que hay impunidad? ¿Cuál debería ser el rol del nuevo arzobispo de Lima? Por el momento, hay impunidad. Creo que el obispo tratará de hacer lo posible. Ha anunciado que hablará con las víctimas y ya ha tenido una conversación conmigo. El arzobispo tiene ciertas limitaciones porque el Sodalicio es una sociedad de derecho pontificio, por lo tanto, está sujeta directamente a la Santa Sede. - ¿Qué debería suceder ahora con el Sodalicio? Hay que ver que en la justicia peruana sigan adelante las denuncias, que van a paso de tortuga; ver qué sale de la comisión de Alberto de Belaunde y seguir insistiendo ante la Santa Sede para que se tomen una serie de medidas.