PosgradosMuchos profesionales buscan capacitarse cada vez más para crecer y obtener mejores ofertas laborales.,El éxito de un profesional está bastante ligado a la formación académica y a los conocimientos; sin embargo, el principal motivo por el cual un profesional consigue el éxito es a raíz de su experiencia laboral, su capacidad para aprender y el nivel de competencias blandas desarrolladas se consideran cruciales para desempeñar dicha función. En el caso de que el profesional esté buscando un nuevo empleo, el hecho de tener un grado de maestría no le garantiza su selección dentro de una empresa, pero aumenta sus posibilidades de ser contratado, más aún, si el programa de maestría ha contemplado el desarrollo de habilidades blandas, como liderazgo, trabajo en equipo, nivel de adaptabilidad, entre otros. PUEDES VER: Conoce cuales serían los beneficios de estudiar en un instituto “Un punto importante es dar por contemplado el dominio del conocimiento técnico en un profesional, pues el mercado así lo demanda. Es por ello que, dependiendo del tipo de maestría que el profesional lleve, tendrá una mayor visión para analizar los retos de su profesión y de los objetivos que las empresas de hoy requieren. Se proyectará de una visión local a una regional o global”, manifestó Fabiola Bardelli, especialista en Gestión y Dirección de Ventas. Valor en el mercado. El valor de un profesional o candidato no se mide por uno o varios grados académicos que tenga en su haber, sino por la experiencia certificada que ha desempeñado en un puesto laboral. Los grados son importantes, sí, definitivamente, porque nos ayudan a certificar cierto tipo de conocimiento técnico y a enriquecer la experiencia profesional. Pero también un directivo se hará más rentable para una empresa si demuestra con su experiencia que tiene el nivel y la capacidad para desarrollar un proyecto a nivel local o internacional. Con base en ello, los beneficios que perciben los profesionales con una destacada experiencia y los grados académicos adecuados serán muy por encima del promedio del mercado. PUEDES VER: Minedu lanza portal web para resolver dudas sobre la matrícula escolar A la caza de talentos. Los empleadores trabajan mucho en los procesos de reclutamiento y selección, y dependiendo del puesto vacante que se quiera cubrir es que se elabora el perfil del profesional más adecuado para la organización. La perspectiva es hallar el talento adecuado para el trabajo, lo que llamamos el right fit. En esta búsqueda, y si hablamos de cargos directivos, la evaluación del conocimiento académico es muy importante puesto que el grado de complejidad de un puesto ejecutivo demanda la toma de decisiones que guiará el crecimiento de una empresa. Por ende, los profesionales que cuenten con una maestría que se relaciona directamente con su especialización, serán muy bien vistos al momento de la búsqueda y selección. De ese modo, la empresa tendrá la confianza de apostar por un profesional preparado y capacitado para realizar procesos óptimos, planes de crecimiento, entre otros. Además, se medirán las competencias particulares que la empresa y el perfil del puesto definan como críticas para desempeñar sus funciones. Habilidades blandas Las habilidades blandas son sumamente importantes para complementar el perfil profesional, pero no necesariamente emplazan en directo al conocimiento técnico. Lo que sí nos permiten es volvernos más competitivos. Las instituciones educativas, como las universidades, están mejorando cada vez más su oferta y están empezando a incluir el desarrollo de habilidades blandas en sus programas académicos porque se han dado cuenta de que son necesarias para que un profesional pueda desempeñarse de manera satisfactoria en su día a día. ¿Cuáles se toman en cuenta? El mercado actual valora mucho la capacidad de liderazgo, desarrollo de personas, toma de decisiones, tolerancia a la incertidumbre, agilidad de aprendizaje, etc. Lo ideal para los empleadores es hacer un análisis del perfil y decidir estratégicamente qué mix de habilidades blandas y duras necesitan para que el rol sea desempeñado de manera satisfactoria y responda a los futuros desafíos de la organización. Asimismo, la proactividad, el autoaprendizaje y la independencia son habilidades que pueden ser desarrolladas para lograr culminar un curso o un posgrado y que son valoradas por el mercado actual. Por ejemplo, en TI uno de los puntos principales es el autoaprendizaje, debido a que la tecnología cambia constantemente y no existen centros de estudios locales para mantenerse en la tendencia tecnológica.