Fredy Ramos Ginez había amenazado de muerte a víctima. Familiares relatan que sujeto era muy celoso y se negaba a aceptar el divorcio. ,La necropsia realizada a los cuerpos de María Elizabeth Maquera Maquera (36) y su hijo Kenyo R. M. (13), cuyos cadáveres fueron hallados este domingo dentro de dos costales a un costado de la autopista Arequipa - La Joya, determinó que los asfixiaron. Es decir, su asesino o asesinos les taparon la boca y nariz hasta que dejaron de respirar. PUEDES VER: Arequipa: cadáveres hallados en costales pertenecen a madre e hijo de 10 años Para los familiares de las víctimas, que llegaron desde Ilave - Puno, el único sospechoso es su esposo Fredy Ramos Ginez. Este sujeto está desaparecido desde el sábado último, cuando la familia empezó a sospechar que estaba detrás de la desaparición de María y su hijo. Anteriormente los había amenazado de muerte y creen que cumplió su promesa. Todas las agresiones que sufría la víctima eran por los celos del varón. Por esas agresiones, el juez Jean Carlos Torreblanca dictó medidas de protección a la señora en el año 2016. Había medidas de restricción que impedían que Fredy Ramos se acercase a su esposa, pero hacía caso omiso y seguía hostigando a la comerciante. Un familiar contó que incluso por las noches la señora dormía junto a su hija de 17 años y su hijo de 13 por temor a ser atacada. “Tenía copia de llave y entraba a la casa cuando quería. A veces María se despertaba y lo descubría revisando su celular. Luego fugaba al toque. Era celoso pese a que ya no estaban hace dos años”, contaron sus familiares. La sospecha también crece porque se negaba a terminar la relación. Al día siguiente de su desaparición (lunes), debían firmar el divorcio. SE SALVÓ DE CRIMEN Creen que su hija Yesenia (17) se salvó del crimen. Ella estaba más amenazada debido a que era la única que se le enfrentaba. La noche del domingo 13 de enero, que se presume fueron asesinados sus familiares, ella no llegó a dormir a casa. Están seguros que todo estaba planeado y que los cuerpos fueron llevados en su combi. La menor relató que su padre la estuvo llamando con insistencia para encontrarse, pero ella no accedió.