Prevención. Es vital identificar y crear zonas seguras en casa, trabajo y otros ambientes. Elabore un plan familiar y tenga siempre lista su mochila de emergencia.,Cuando la tierra tiemble, porque va a temblar muy fuerte, ¿saldrá usted de casa o de su trabajo a toda prisa?, ¿conservará la calma?, ¿sabrá dónde refugiarse?, ¿tendrá forma de comunicarse con sus familiares?, ¿o actuará de forma improvisada, guiado tal vez por el miedo? En suma: ¿se ha preparado usted para enfrentar el terremoto de gran magnitud que se espera en la costa peruana, cuya intensidad puede superar los 8,5 grados? PUEDES VER Un terremoto de 8 grados en costa central afectaría a 14 millones de personas Tras el último simulacro de sismo, se calculó que un evento de esas características dejaría más de 51 mil muertos, 313 mil heridos y más de 1,2 millones de viviendas inhabitables, afectadas o colapsadas. ¿Qué hacer para no formar parte de ese balance mortal? Prevención es la palabra clave. No solo como estrategia para reducir los riesgos asociados a un terremoto, sino como forma de preparar la respuesta para el escenario posterior a la emergencia. Unas de las maneras más sencillas de organizar la prevención es elaborar un plan familiar para casos de sismo, explica Sheila Yauri Condo, especialista en gestión de Riesgos y Desastres del Instituto Nacional de Defensa civil (Indeci). Dicho “documento” –que debe ser redactado, o al menos ser conversado, por todo el grupo familiar– debe contener las zonas seguras identificadas en el interior del hogar, los sectores de mayor vulnerabilidad, además de las rutas de evacuación. También se deben reconocer los puntos de concentración en el exterior de la vivienda, los roles que ejecutará cada miembro de la familia, los métodos de comunicación que se utilizarán, así como la cantidad y tipo de artículos que se colocarán en la mochila de emergencia. LAS ZONAS SEGURAS Reconocer las zonas seguras de una casa, o de cualquier edificio, es importante para saber dónde resguardarse en caso la evacuación durante el sismo no sea posible, como ocurre con aquellas personas que se encuentran en niveles superiores al tercer piso. Los lugares más seguros de una vivienda son los puntos donde se encuentran las columnas con las vigas, sostiene Rudolf Giese Salazar, director de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Ciencias y Artes de América Latina (UCAL). Para el caso de los edificios, el experto añade que algunos de ellos tienen columnas más gruesas, conocidas como “placas”, que son todavía más seguras. La recomendación para quienes no puedan evacuar, sin embargo, es ubicarse en la zona de descanso de las escaleras (sin intentar bajar por ellas) o fuera del ascensor (sin ingresar en él). Estos sectores se denominan “cajas” y son los que aportan la rigidez a la edificación. Giese indica que, al culminar un sismo, las personas deben reiniciar de inmediato la evacuación. “En México se ha visto que los edificios demoran en colapsar, no se caen al instante. La estructura empieza a fallar poco a poco, hasta que la loza superior se cae en un “efecto panqueque” que arrastra el peso hacia abajo y hace el edificio colapsar", explicó a La República. Yauri Condo indica que, por el tipo de construcciones que se hacen en el Perú, no es recomendable esconderse debajo de una mesa, o colocarse al lado de objetos a modo de “protección”, pues ninguno de ellos soportaría el peso del material que pueda desprenderse. Si es posible evacuar, se debe acudir a sectores despejados, alejados de paredes, postes, cables de luz y cualquier otro elemento que represente una amenaza. El Indeci sugiere que estas zonas se identifiquen en coordinación entre vecinos y las autoridades. LA AUTOCONSTRUCCIÓN En ciudades como Lima, que creció sin planificación urbana y donde abundan las viviendas autoconstruidas, identificar zonas seguras no basta. Según la Cámara Peruana de la Construcción (Capeco), el 70% de las casas ha sido edificada sin asesoría ni vigilancia especializada. De acuerdo con la misma institución, la mayoría de personas construye sus casas con ladrillos del tipo “pandereta”, cuya composición es hueca hasta en un 70%. Giese Salazar precisa que dichos ladrillos solo deben usarse para separaciones en interiores, pues los muros laterales deben utilizar ladrillos del tipo “king Kong”, cuya proporción de vacío es solo de 30%. “Son sólidos y permiten que la carga del edificio sea transmitida al suelo, ayudan a soportar el peso”, asegura. Según el especialista, demoler el muro y reconstruirlo es la mejor solución, pero por temas de presupuesto se pueden aplicar alternativas menos “dramáticas”. Una opción es reemplazar secciones de la pared por partes para generar “áreas seguras” entre columnas que no se derrumbarán ante un terremoto. También se puede intentar reforzar las paredes con mallas electrosoldadas y “tarrajeos” en ambos lados, pero siempre bajo la supervisión de un experto. Según Yauri Condo, los municipios deben implementar este tipo de asesorías para sus vecinos. LOS ROLES DE FAMILIA Aunque las consecuencias de los sismos son también inesperadas, asignar roles a cada miembro de la familia puede ayudar a reducir los impactos negativos. "Se recomienda establecer previamente quién va a cerrar las llaves de agua o gas, quién va a sacar la mochila de emergencia, quién ayudará a las personas con discapacidad o quién sacará a los bebés, si los hubiera en la familia" , dice Yauri Condo. Estos esfuerzos a nivel familiar se pueden replicar entre asociaciones de vecinos, de tal modo que la respuesta ante el sismo sea más organizada y permita salvar la mayor cantidad de vidas posibles. Las evaluaciones de riesgo requieren de asesorías Indeci recomienda que las viviendas sean sometidas a una inspección técnica para detectar riesgos no visibles por personas que no sean especialistas. Por ejemplo, la entidad indica que es fácil reconocer fugas en sistemas de agua, cuyas filtraciones pueden debilitar algunos muros u otras estructuras, pero que revisar los sistemas eléctricos y de gas se requiere otro tipo de intervenciones. En la actualidad, la UCAL ofrece un servicio como el descrito para determinar el nivel de riesgo de una vivienda. Los interesados pueden llamar al 622-2222. Entre otros detalles, la mencionada universidad analiza la localización de la vivienda, si está ubicada en zona de riesgo sísmico, el tipo de suelo (arenoso, rocoso), la pendiente, las características de la edificación, el año de construcción y el proceso constructivo. Después de un sismo de gran magnitud, Indeci recomienda no ingresar a la vivienda hasta que no se determine si es habitable. Algunos expertos aseguran que la presencia de fisuras pronunciadas son señales de alarma. En teoría, los municipios deben desplegar sus equipos de inspección para evaluar las viviendas.