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Sexualidad

La colchoneta: ¿de qué trata esta pose que es recomendada para iniciarse en el sexo anal?

Esta postura es ideal para quienes se quieren atrever a probar el sexo anal y tienen un poco de temor a que les duela.

Esta postura es perfecta para el sexo anal. Foto: Composición LR/Canva
Esta postura es perfecta para el sexo anal. Foto: Composición LR/Canva

El sexo anal es una de las prácticas que pueden causar temor por el dolor que podría provocar. Esto se debe a que el ano es una zona que no lubrica y que se dilata sola. Aunque, si se hace de correcta manera, puede ser muy placentera, ya que hay muchísimas terminaciones nerviosas. A propósito de ello, sexólogo Christian Martínez mencionó que normalmente se piensa que la pose del perrito es la más común al respecto, pero en realidad no es la más adecuada; de hecho, la mejor es hacerlo de forma recostada, como la postura de la colchoneta.

¿Cómo se realiza la pose de la colchoneta?

Esta postura es muy sencilla de realizar. La persona que va a ser penetrada se debe recostar en la cama boca abajo y con las piernas abiertas en forma de V. La que va a penetrar, tiene que estar encima y entre las piernas de su pareja para controlar el ritmo de la introducción del pene.

Como es una pose para principiantes en el sexo anal, la concentración debe estar en cómo se penetra el ano: al inicio, debe ser de manera pausada hasta que, poco a poco, pueda sentir placer la persona que recibe.

Cabe resaltar que, antes de realizar esta postura, se debe lubricar la zona y, sobre todo, estimularla con algún plug anal para que se dilate y pueda ingresar el pene fácilmente, sino de otra forma podría generar lesiones en esta parte, lo que no será para nada placentero para tu pareja.

Pose la colchoneta. Foto: difusión/El Confidencial

Pose la colchoneta. Foto: difusión/El Confidencial

Tips para practicarlo sin dolor

Ambos expertos concluyeron que las precauciones que se deben tener en cuenta para el sexo anal son las siguientes:

  • Hacerlo cuando uno se sienta preparado o preparada.
  • Predisposición y seguridad para el momento.
  • Tener una limpieza previa con ducha o enema anal. También, solo se puede usar agua y jabón en la zona anal.
  • Uso de condón.
  • Abundante lubricación a base de agua.
  • Si se introducen los dedos, debe tenerse las uñas correctamente cortadas, porque estas pueden generar lesiones.
  • Estimulación y dilatación de manera progresiva, no en el mismo momento de la penetración, sino durante días previos.
  • Buscar la postura en la cual la persona que reciba la penetración se sienta relajada y cómoda, no la posición más cómoda para quien lo va a realizar. Usualmente, es echado boca abajo, con los glúteos en relajo.

Riesgos de las relaciones sexuales anales

La zona del ano y recto son sensibles. Se pueden producir fisuras al momento de la penetración que pueden favorecer la entrada de gérmenes o hemorragias. También, la mucosa del recto también tiene un mayor riesgo de transmisión de infecciones sexuales.

De este modo, además del VIH, se pueden contagiar otras enfermedades sexuales como gonorrea, hepatitis (A, B y C), sífilis y herpes genital; estas dos últimas se contagian mediante el contacto piel con piel. Además, cuando se practican poses anales sin condón, aquellas infecciones se pueden propagar a través restos de materia fecal en el recto y parásitos como la giardia —que pueden provocar infecciones en el intestino delgado y cuyos síntomas principales son la diarrea, amebas intestinales y bacterias como E. Coli.