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Sexualidad

Agalmatofilia: ¿qué es la atracción por los objetos inanimados que se está popularizando?

Según expertos en sexología, esta filia no necesariamente es un problema psicológico, como muchas personas podrían pensar.

Expertos explican cómo este filia no es considerada una aberración sexual. Foto: composición LR/difusión
Expertos explican cómo este filia no es considerada una aberración sexual. Foto: composición LR/difusión

Hace un tiempo se hizo conocida la historia de Cristian Montenegro, un joven colombiano que contó que tenía como esposa a Natalia, una muñeca de trapo que él mismo creó luego de sufrir una infidelidad en el 2015. “Natalia es el remplazo y ya llevamos un año como pareja”, dijo Montenegro en una entrevista. "Yo quise venir a este mundo a tener pareja y a tener hijos. Lo que intente me hace feliz y, pues, algo es algo, peor es nada”, agregó el hombre que también tiene tres hijas de ese material.

En el campo psicosexual, la cualidad por la pasa Cristian es la agalmatofilia, que es un tipo de parafilia que se caracteriza por la afección que se siente por muñecas, estatuas u objetos inanimados. Y, aunque parezca algo extraño, desde hace mucho tiempo se viene usando, por ejemplo, con las muñecas hinchables, y su evolución: las muñecas robot sexuales. Para comprender más a detalle conversamos con el psicólogo Gonzalo Pool y los sexólogos Christian Martínez y Norma Bejarano.

¿Qué es una parafilia?

Antes de hablar de la agalmatofilia, primero hay que definir el concepto de parafilia y su visión desde la sexología, ya que se ve de forma distinta a la psicología convencional, es decir, se analiza sin prejuicios y considerando el contexto sociocultural.

De la misma forma, la sexóloga Norma Bejarano señala que desde su disciplina se prefiere llamar a la parafilia como una de las peculiaridades eróticas, las cuales no representan una perversidad, una patología o un trastorno, sino que reflejan la riqueza y la variedad de todas las eróticas humanas que pueden existir.

"Generalmente, se consideran conductas peculiares o parafílicas a todo lo que está fuera de lo ortodoxo, lo que no encaja con lo socialmente establecido, pero realmente son más habituales de lo que se piensa y, pues, la gente se enriquece muchísimo al llevarlas a cabo siempre y cuando haya consenso", dice la especialista.

Según la etimología, la palabra 'parafilia' se compone de dos palabras: 'para' (a un lado) y 'filia' (amor). Así, significa 'a un lado del amor', y con el tiempo este concepto, así como las prácticas que se consideran parafilias como tal, han ido cambiando durante el tiempo.

"Hay que considerar que muchas conductas y prácticas sexuales hasta antes del año 1950 eran consideradas aberraciones, parafilias o anormalidades, como el coito anal, la masturbación de la mujer, las felaciones, que las mujeres manifiesten deseos eróticos o el uso de dildos, ya que solamente eran vistos desde un lado patológico", cuenta el sexólogo Christian Martínez.

Es decir, el sexólogo precisa que para muchas personas algunas prácticas o expresiones eróticas se ven anormales; sin embargo, no lo son, aunque escapan del concepto de sexo que muchas personas tienen en la cabeza, por ejemplo, con el caso de las fantasías o fetiches sexuales.

"Fetichismo puede generar un deseo o una excitación hacia un objeto, como un dildo. Hace años era visto como algo muy malo, ahora es algo totalmente normal. Y hay gente que tiene una expresión erótica sexual mínima hacia un objeto sexual, como un dildo, pero también puede ser un pepino", dice Martínez.

Por otro lado, el especialista aclara que estos fetiches o conductas sexuales se pueden expresar en distintos niveles, es decir, se pueden llevar a la práctica o quizá simplemente quedarse en el imaginario.

"Entonces, puede ser que este fetiche lo utilices solo una vez en tu vida o quizá una vez al año o de repente es algo un poquito más constante y se convierte en tu preferido. Y eso está genial, pero puede que esto ya no sea solo tu práctica preferida, si no ya se vuelve en algo predominante, y lo puedes hacer, no sé, de diez de las veces que tengas una relación sexual lo utilizas siete. Pero también puede que esta se vuelva exclusiva, que significa que solo mediante el uso de este objeto la persona va a llegar a un placer máximo, a un orgasmo; es decir, de las diez veces que tengo relaciones sexuales, las diez veces tengo que sí o sí utilizarlo. Eso último ya es una parafilia", explica el sexólogo.

¿Qué es la agalmatofilia?

Teniendo en cuenta el concepto de parafilia, la agalmatofilia es una expresión comportamental de la sexualidad que se basa en la excitación o afección por estatuas, esculturas, maniquíes, muñecos, etcétera.

"Culturalmente, hay que tener en cuenta cómo se ha ido dando. Por ejemplo, tenemos el mito griego de Pigmaleón, que se enamora perdidamente de una escultura. Entonces, no estamos hablando de algo nuevo, sino que viene desde hace mucho tiempo", argumenta Martínez.

¿Cuándo se vuelve peligrosa esta filia?

Los especialistas en sexología recalcan que esta filia no debe considerarse como una enfermedad, por lo anteriormente explicado; sin embargo, como menciona la sexóloga Norma Bejarano, el sexo tiene sus límites y se puede convertir en un cuadro clínico cuando sobrepasa lo siguiente:

  • Cuando la persona expresa que no puede controlar el acto y le resulta impulsivo por más de entre tres y seis meses.
  • La persona siente que se está haciendo daño a sí misma y también considera que está afectando a otros.
  • Se aprovecha de la incapacidad de consentir de alguna persona que tiene alguna dificultad a nivel cognitivo, psicológico, físico o verbal.
  • Cuando no puede manejar sus relaciones sociales, laborales o familiares.
  • Cuando empieza a sentir culpa.
  • Cuando atenta contra el sistema penal y orden social.

Desde el lado de la psicología clínica, el especialista Gonzalo Pool señala que es probable que la agalmatofilia pueda desarrollar problemas con sus relaciones con base en esta peculiaridad, ya que pueden preferir solo tener relaciones sexuales con el objeto y dejar de lado otro tipo de contacto humano. Asimismo, Pool comenta que también desde su rama se está abriendo un debate sobre esta filia, pues cada vez se ve más gente que la está practicando por la evolución de juguetes sexuales.

"Hoy en día se podría abrir a ese campo. De hecho, ya en otros países, como Japón, se está implementando o popularizando esto. Es un tema que abre nuevas puertas para conversar sobre el tema en sí. Por un lado, es tener esa libertad de expresar tu sexualidad a tu gusto, y el otro sería el problema que puede causar en relaciones interpersonales", resalta Pool.

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