¿El uso de muñecas sexuales hace más machistas a los hombres? Esto dice estudio

Las muñecas sexuales fueron creadas para dar compañía. No está documentada la fecha exacta de su creación, pero se dice que en inicio eran de tela y que las usaban los hombres marinos para liberar “impulsos sexuales” en sus largos viajes.

En la actualidad, este juguete sexual ha evolucionado mucho que ha llegado al punto de parecerse mucho a una mujer real. Es por ello que los investigadores Jeanne C. Desbuleux y Johannes Fuss se atrevieron a estudiar acerca de cómo el uso de estas muñecas influía en la relación que tienen los hombres con las mujeres.

El estudio publicado en la revista The Journal of Sex Research señala que esta semejanza con una mujer real y la antropomorfización que la acompaña (atribuir la semejanza humana) refuerzan la cosificación y la hostilidad hacia las mujeres; es decir, los hace más machistas.

Para esto se analizaron a 217 participantes de un estudio registrado previamente entre propietarios de muñecas, comparando dos grupos de usuarios: “grupo de juguetes” (n = 104, muñeca como juguete sexual) y “grupo de pareja” (n= 113, muñeca como pareja).

Para encontrar si existe una tendencia a la sexualización, se relacionó sus tendencias de objetivación (es decir, ver a las mujeres simplemente como objetos; por ejemplo, para promover el deseo sexual), así como su hostilidad hacia las mujeres, con la antropomorfización de su muñeca.

Se descubrió que el “grupo pareja” expresó mayores niveles de hostilidad y antropomorfización, de magnitud moderada.

“La objetivación y la antropomorfización influenció en la hostilidad, y un mayor porcentaje del ‘grupo pareja’ describió un cambio en las actitudes hacia las mujeres en respuesta al uso de muñecas. Estos datos proporcionan la primera evidencia empírica de que la tendencia a antropomorfizar las muñecas está relacionada con actitudes negativas hacia las mujeres”.

Finalmente, los investigadores enfatizaron que el resultado podría tener efectos negativos en el mundo real, ya que centrarse en las “funciones sexuales” de las mujeres como una forma de cosificación (sexual) está relacionado con la deshumanización y una mayor disposición a participar en acoso sexual y violación, así como sexismo benevolente y hostil.

“Por lo tanto, los cuerpos altamente sexualizados de las muñecas, como resultado de una sociedad que cosifica y sexualiza, podrían reforzar aún más la belleza y los estándares corporales poco realistas y, en consecuencia, mostrar un factor problemático para mujeres y hombres a largo plazo”, resaltan investigadores en estudio.