Iván Lanegra: “Necesitamos evitar que personas con problemas judiciales vayan al Congreso”

En esta entrevista, el secretario general de la Asociación Civil Transparencia, Iván Lanegra, explica las consecuencias de que la reforma política sobre impedimentos para que postulen sentenciados en primera instancia sea aprobada mediante una ley, y no con una reforma constitucional, como pretenden algunos parlamentarios en la Comisión de Constitución del Congreso. Además, precisa por qué es importante la eliminación del voto preferencial de cara a las elecciones generales del 2021 que, producto de la pandemia del coronavirus, serán atípicas.

Algunos parlamentarios sostienen que la reforma sobre impedir la postulación de sentenciados se puede establecer modificando la ley de organizaciones políticas, y no la Constitución.

Tiene que ser una reforma constitucional, porque es una restricción del derecho a la participación política y necesite que esté incorporada en la Constitución, porque de lo contrario, una ley fácilmente podría tener una disfuncionalidad. Podría incitar en alguna interpretación de una situación que iría en contra de la presunción de inocencia.

¿Entonces solo existe la vía de la modificación constitucional? ¿No hay otro mecanismo?

Las restricciones para postular están establecidas en la Constitución y hay algunas que tienen que ver con que si es peruano de nacimiento, la edad. Esto está recogido en la Constitución y también las limitaciones a ciertos cargos que son incompatibles. Entonces, aquí estaríamos agregando una restricción que me parece razonable, pero al ser tan fuerte, no bastaría con una ley y tendría que ser una modificación de la Constitución.

¿Y si no es así cuáles serían las consecuencias si esta reforma se realiza solo por ley?

Habría la posibilidad de que el candidato sentenciado en primera instancia podría ir al Tribunal Constitucional (TC) y diría que la Constitución no establece ese impedimento. Y tendría posibilidades de ganar. Lo segundo, podríamos tener acciones ante el Poder Judicial como demandas de amparo pidiendo su inaplicación. Sería un enredo legal como consecuencia de solo ir por la vía de la ley. Por eso, se requiere que sea mediante una reforma a la Constitución.

Lo mismo sucede con la inmunidad parlamentaria, y el tiempo también corre contra esta reforma que requiere cambios a la Carta Magna.

La inmunidad está desarrollada expresamente en el artículo 93 de la Constitución. En la Comisión de Constitución hay varias posiciones: eliminación total, algunas bancadas plantean eso. Otras han planteado establecer ciertas garantías respecto a los plazos para que no sean tan extensos bajo los cuales se adopte la eliminación de la inmunidad y eventualmente garantizar que solo se aplique para hechos ocurridos durante el mandato congresal, manteniendo la decisión final dentro del Congreso. Digamos que eso son los extremos en esta discusión.

¿No hay punto medio?

Hay una posición intermedia que mantiene la inmunidad para los hechos ocurridos en el mandato y dejando la decisión a la Junta Nacional de Justicia (JNJ). Entonces, claro, esa posición parece ser lo más razonable. La inmunidad juega un rol importante en la protección de la labor parlamentaria, pero no debe regir a un hecho anterior porque eso origina que muchas personas con problemas judiciales busquen ir al Congreso.

¿Usted apoya que no se elimine y que se levante en otra institución?

Hay que mantenerlo, pero es importante que la decisión última queda fuera del Congreso, lo que aseguraría que no sea una decisión política, sino más jurídica.

¿No es preocupante que solo queden cinco días para aprobar estas normas?

Lo que toca es que las entidades de la sociedad civil y los medios de comunicación hagan todo el esfuerzo de poner muy en alto la importancia de estas medidas. Ambas, como la restricción a la postulación y la restricción de la inmunidad solo a los hechos ocurridos en el mandato y que (la decisión de levantarla) quede fuera del Congreso, evitará que en el Congreso haya impunidad. Necesitamos evitar que personas con problemas judiciales vayan al Congreso. También evitar que personas que están procesadas usen el Congreso para la restricción del trabajo de jueces y fiscales. Hay que hacer un esfuerzo de decir a la ciudadanía que estas dos medidas ayudarán a evitar conductas perversas.

También está pendiente el voto preferencial. Varios congresistas se oponen a ello.

Desde luego fue una buena noticia lo de paridad y alternancia, pero hay dos reformas atadas: la reforma de las elecciones internas de los partidos políticos, porque ya no tendremos elecciones primarias abiertas. Ahora son los partidos con sus procesos internos. Entonces, para que esta lista refleje lo que los afiliados de los partidos piensan y que, además, refleja la vida partidaria, es necesario que (los comicios internos) sean organizados por las autoridades electorales y que estas establezcan los procedimientos y, segundo, que garantice que los afiliados tengan la posibilidad real de dar su voto. Por estas descripciones, el mecanismo un militante un voto es el más adecuado.

¿Cómo se enlaza esto con eliminar el voto preferencial?

Con estas reformas lograríamos que las listas que se planteen representen la voluntad de los partidos y eso nos permite ir a la eliminación del voto preferencial porque en el proceso interno ya ocurrió esa elección. De esa manera, el debate público será entre partidos políticos y ya no entre candidatos, como ocurrió en las últimas elecciones donde estaban atomizados los candidatos.

Lo de campaña entre partidos y no candidatos, ¿el voto preferencial se contrapone al carácter atípico, producto de la pandemia, de este proceso electoral que viene?

Es importante que en estas elecciones del 2021 sean listas cerradas porque vamos a tener restricciones sanitarias y muchas de las actividades se harán a través de medios de comunicación. Si mantienes el voto preferencial, habrá pelea de candidatos por la franja electoral. Hay que ir pensando que no habrá mítines y actividades partidarias. Todas estas condiciones hay que tomarlas en cuenta. ¿Cómo se hace campaña? A través de medios de comunicación. Imagínate una campaña en TV y Radio con miles de candidatos peleando un espacio. La único forma de evitarlo es eliminando el voto preferencial.