Política

¡Feliz año, Perú!

El 2020, un año nuestro y para todos.

Editorial
Editorial

El deseo de un año nuevo, que sea nuevo de verdad y mejor para los peruanos, en esta oportunidad no es una declaración formal. El Perú necesita que el 2020 sea superior en varios sentidos a los anteriores, y existen razones para confiar en que así será.

El anterior año nuevo asistimos al intento de retirar de sus funciones a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato y un año antes, al rechazo ciudadano al indulto indebido a Alberto Fujimori que luego anuló la justicia. Este año el panorama es distinto y los buenos augurios tienen asidero. Hay un espacio mayor para el optimismo, aunque las interioridades de ese optimismo merecen una reflexión.

Este año asistiremos a las urnas para elegir a un nuevo Congreso. La más rechazada de las instituciones del Estado tiene la oportunidad de reivindicarse y revitalizarse, y lo será en la medida en que los ciudadanos elijan correctamente. Y aunque otros resultados de la agenda pública dependen más de las política y decisiones gubernamentales, como la evolución de la economía, por ejemplo, el 2020 nos reclama activos a todos.

Los peruanos hemos alcanzado un alto grado de unidad en la reprobación de las prácticas públicas que carecen de transparencia. Luego de muchos años en que se podía especular sobre que a los ciudadanos les interesaba poco el buen gobierno –una afirmación cuestionable, aunque con algunos datos a favor– no hay duda de que ha madurado una convicción nacional que hace suya las prácticas de la virtud pública. Quizá por ello es cada vez más injusto afirmar que a los peruanos solo nos une la gastronomía y la selección nacional de fútbol.

Esa maduración se ha nutrido en los últimos meses de detalles que no pasan desapercibidos. Al país le interesa mucho que los funcionarios públicos sean honestos y por esa razón existe una saludable sensibilidad respecto a los signos exteriores de esa honestidad, agudizada en el caso de los que aspiran a un cargo de elección popular. Sucede lo mismo con el cumplimiento de las funciones relacionadas con los servicios públicos, donde los aspectos de la eficacia y prontitud han sido incorporados en la agenda del buen gobierno. Por lo mismo, la vigilancia ciudadana de servicios es una excelente noticia para todos.

El deseo optimista de un mejor año depende de nosotros más que antes. No se trata de los deseos extendidos a terceros por una opinión pública pasiva y resignada. El 2020 está llamado a ser mejor porque todo indica que será nuestro. Feliz año 2020 que será para todos. ¡Feliz año, Perú!