A disgusto
“En cierto modo estamos ante una especie de anomia, quizás con muchísima gente rechazando, sin poder decirlo directamente, las elecciones que reclamaron”
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¿Qué pasa con ese 60% que en la encuesta IEP de una forma u otra se resiste a votar por alguna de las listas al Congreso? Una hipótesis es que es demasiado temprano, y que la resistencia se irá disolviendo en las próximas semanas. Lo cual significaría que ahora en noviembre no circula suficiente información como para tomar partido. Pero hay más posibilidades.
Una es que esa mayoría ciudadana esperaba otra cosa en esta elección de urgencia. Una fuerte presencia en medios de los mismos partidos y las mismas personas del Congreso pasado estarían desanimando a los votantes. De octubre a noviembre el voto en blanco/viciado ha subido de 20% a casi 24%. ¿Qué tendría que suceder para que ese disgusto se revierta?
Luego está ese 35% que no sabe/no opina, que hasta el momento parece haberse desentendido de la elección. ¿Simplemente están esperando para interesarse? ¿O expresan una opinión de rechazo a todo el proceso? ¿O es una forma de decir que no saben por quién van a votar, que es como el NS/NP ha sido interpretado en anteriores elecciones?
El actual 60% resistente no nos permite olvidar el casi 80% que reclamó la disolución del Congreso. La situación es otra, pero hay un efecto emparentado: los pocos decididos y la dispersión están dando intenciones de voto deleznable, de 9% hacia casi nada, para los partidos en la contienda. Señal quizás de que se esperaba más partidos que los inscritos.
La pregunta sobre la actitud con que se va a votar en el 2020 confirma mucho de lo anterior. Votar por obligación, con un sentimiento de molestia o sin sentimiento alguno reúne a dos tercios de los consultados. En cierto modo estamos ante una especie de anomia, quizás con muchísima gente rechazando, sin poder decirlo directamente, las elecciones que reclamaron.
Mucho de esto puede ir cambiando a medida que la plaza se caliente, pero igual son comicios que están necesitando uno o varios publicistas. Pues aun concurriendo a las urnas, mucha gente se está preparando para una decepción. Acaso la que viene de estar votando por un Congreso transitorio, o de tener que optar entre el malo conocido y el bueno por conocer.
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