La dama del trapecio
“Entre divisiones, alianzas, indecisiones y cubileteos, la izquierda no tiene membretes entre los más conocidos”
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Después de probar por un tiempo las aguas más radicales, Verónika Mendoza ha regresado al lugar del que partió. No parece haber sido propiamente un periplo ideológico, pues las diferencias entre Perú Libre de Vladimir Cerrón y Juntos por el Perú son más bien de estilo. La ida y vuelta ha sido la búsqueda de un hogar ventajoso para un partido sin inscripción.
La extraña mezcla de división y reagrupación que se ha producido en estos días muestra lo intercambiables que son las ubicaciones en la izquierda. Los cálculos electorales han reemplazado a los tabiques ideológicos que antes definían a estos partidos, y les dificultaban la circulación entre ellos. Ahora solo los intereses unen, y no siempre, y ya no hay muchas ideas que separen.
¿Afectará esto la performance de la izquierda en las próximas elecciones? No debería. Las campañas parlamentarias son intensamente locales, y las figuras nacionales tienen en ellas un peso relativo. Cuesta pensar que muchas personas dejarán de votar PL o votarán JpP porque Mendoza, con todo su peso, esté ausente o presente en la campaña.
Sin embargo Mendoza en lo personal tiene un par de importantes facetas locales. Su presencia en campaña sin duda ayudará más a las listas de JpP en Lima y en el sur andino. El resultado final le permitirá vislumbrar quizás lo que puede ser el 2021 para ella. Es casi imposible que para esa fecha los partidos y cacicazgos de la izquierda se hayan unificado.
Una idea que circula, y que incluso la derecha promueve, es que la izquierda en conjunto puede ser la principal fuerza en el próximo Congreso. Este optimismo tiene que ver con la popularidad de un gobierno que parte de la izquierda viene apoyando. Ahora último la agitación en Chile y Ecuador, más el triunfo peronista en Argentina, también levantan los ánimos izquierdistas.
No es lo que dicen las encuestas hasta el momento. En medio de una fuerte resistencia a opinar, los partidos más conocidos son los que llevan la pequeña delantera disponible. Entre divisiones, alianzas, indecisiones y cubileteos, la izquierda no tiene membretes entre los más conocidos. Más aun, distinguir a uno de otro exige verdadera dedicación, y será complicado en la caseta de votación.
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