Elecciones plebiscitarias

El domingo se llevan a cabo las elecciones bolivianas en las que se elegirán al presidente, vicepresidente, 36 senadores y 130 diputados, en el contexto de una aguda pugna por el deseo reeleccionista de actual mandatario, Evo Morales.

Las ultimas encuestas de intención de voto dan por ganador de la primera vuelta a Morales seguido de lejos por el aspirante opositor y expresidente Carlos Mesa, aunque es posible que el primero no gane en primera vuelta. La mayoría de sondeos indica que Morales perdería en la segunda vuelta por el apoyo de todos los otros candidatos a Mesa.

Las elecciones son plebiscitarias en varios sentidos. En el primero de ellos, los comicios se llevan a cabo en medio de una intensa movilización de la sociedad contra la reelección de Morales. Como se sabe, la Constitución de Bolivia solo permite un gobierno continuado de dos períodos, pero Morales ya se ha reelegido una tercera vez y llega a presentarse para un cuarto mandato luego de un controvertido fallo del Tribunal Constitucional que lo habilitó de manera indefinida con el polémico argumento de que su reelección es un derecho humano. Previamente, el presidente perdió el referéndum de febrero del año 2016 donde el 51% de bolivianos se pronunció contra su reelección.

En un segundo sentido plebiscitario, los bolivianos también acudirán a las urnas para expresarse en torno al modelo social y económico que lideró Evo Morales, cuyos resultados son innegables si se compara con la historia del hermano país de las últimas décadas. Entre los años 2006-2018, Bolivia ha crecido a una tasa de 4,9% del (PIB), reduciendo la pobreza extrema de 38% a 15% y la pobreza general de 60% a 34%, con un impresionante ampliación de la clase media que pasó de 3 millones a 7 millones.

No obstante, este crecimiento no ha venido acompañado de una ampliación de la democracia; al contrario, se registra un proceso de copamiento de instituciones por partidarios del gobierno que opera en un proceso donde se advierte la ruptura de las alianzas tradicionales del partido gobiernista y de Morales con los movinientos sociales que lo llevaron al poder.

La oposición antes dividida ha logrado organizarse tras el candidato Mesa que desafía a Morales. Su éxito reside hasta ahora en que no recusa el modelo social y económico del actual Gobierno pero proponiéndoles a los electores transitar a un período de mayores libertades para Bolivia, conservando los avances de los últimos años. El hermano país lo necesita.